Reabrir nuestras escuelas

El autor es presidente de ‘Hermosillo ¿Cómo Vamos?’ y empresario en tecnologías de la información.

Estamos ante una situación de emergencia educativa en México. En agosto de 2020, la Subsecretaría de Educación Superior del Gobierno de México anunció que aproximadamente el 10% de los estudiantes de nivel Básico y el 8% de nivel Superior en México, abandonaron sus estudios a causa de los efectos de la pandemia. Por otra parte, con base en los últimos resultados del censo nacional 2020 del Inegi, la organización civil Mexicanos Primero, estima que en 2021 más de 4.2 millones de estudiantes desertarán o no continuarán sus estudios en nuestro país.

Es realmente una tragedia que tantos niños y jóvenes se queden sin acceso a la educación. Cuando crezcan, sus oportunidades laborales y de  desarrollo humano se verán reducidas y esto muy probablemente traerá consigo un círculo de mayor pobreza y desigualdad social.

Por otra parte, a casi un año de la interrupción de la educación presencial por la emergencia sanitaria, la educación a distancia está resultando un enorme reto tanto en los procesos de aprendizaje, como en la creación del contexto adecuado para el desarrollo social, psicológico y emocional de los estudiantes.

Esta semana, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden prometió que la mayoría de las escuelas primarias en ese país estarán abiertas al cabo de los primeros 100 días de su Gobierno, indicando que la apertura se enfocará en las escuelas desde el nivel preescolar hasta el octavo grado (equivalente a segundo grado de secundaria en México), porque son las más fáciles de abrir y las más necesarias en cuanto al impacto sobre los niños que deben quedarse en casa y sus familias.

En México, la Secretaría de Educación Pública presentó en enero pasado el protocolo para el regreso a clases presenciales en los estados con semáforo epidemiológico en verde. Lograr un objetivo como el anunciado por Biden para todo México se antoja difícil, dado que nuestra realidad nacional es muy diferente. Sin embargo, estoy convencido de que esto es posible para un estado como

Sonora, que actualmente se encuentra en semáforo amarillo.

Hermosillo está en nivel de riesgo alto que corresponde al semáforo naranja. Después de dos olas de contagio, y ante la inminente posibilidad de vivir una tercera ola de contagios que vendría posterior al periodo de Semana Santa, hoy más que nunca es imperativo que redoblemos esfuerzos para contener el avance de la pandemia.

Desde ‘Hermosillo ¿Cómo Vamos?’, en diciembre pasado promovimos la iniciativa Alianza por un Hermosillo en Verde, que busca articular los esfuerzos de sociedad civil y gobiernos para lograr el  objetivo de alcanzar el semáforo epidemiológico en verde en el menor tiempo posible.

Tenemos ya una ruta clara para lograrlo y la participación de más de 160 organizaciones de la sociedad civil, organismos empresariales e instituciones educativas para que, en colaboración con los gobiernos estatal y municipal, implementemos las acciones individuales y colectivas que tienen como objetivo salvar vidas y reactivar la economía de nuestra ciudad.

Si trabajamos juntos en esta causa común, podríamos lograr que nuestros niños y jóvenes regresen a las escuelas el próximo periodo escolar que inicia en agosto. En la entrega que haré la próxima semana, describiré a detalle la estrategia, el plan de acción y cómo puedes sumarte para ser parte activa de este esfuerzo ciudadano.

El autor es presidente de ‘Hermosillo ¿Cómo Vamos?’ y empresario en tecnologías de la información.

@arturodiazmo

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