¡Que no se normalice un carajo!

El autor es escritor, capacitador, networker, conferencista y life coach en SB3. 

Hace un par de semanas grabé un video, con un mensaje muy bueno, pero creo que los videos no son lo mío. Aquí te comparto ese mensaje porque de verdad creo que vale mucho la pena.

Últimamente he visto publicaciones donde piden que se normalicen cosas (léase el siguiente párrafo en “tonito ñiñiñí”, lo acabo de inventar pero sabrás a lo que me refiero):

¡Que se normalice casarse después de los 35!; ¡Que se normalice descubrir tus sueños después de los 50!; ¡Que se normalice vestirse jovial después de los 40!; ¡Que se normalice vivir en unión libre!; ¡Que se normalice no casarse!; ¡Que se normalice que los hombres muestren sus emociones!; ¡Que se normalice no querer tener hijos!; ¡Que se normalice no depilarse! Y un gran etcétera.

¿Sabes qué? Son tonterías. ¡Que no se normalice un carajo! Las personas que quieren que se normalicen esas cosas, son personas que no tienen personalidad propia. Están

pidiendo aprobación para ser ellas mismas. Están dejando de hacer eso que desean por miedo al qué dirán.

Y como son tantas las personas que carecen de autoestima, son demasiadas las personas que se sienten identificadas. Las publicaciones se viralizan haciendo creer a muchas personas que, efectivamente, se deberían normalizar. Pero no porque algo suene bonito, o sea constantemente repetido, significa que sea cierto.

Ya ves los dichos populares: “Más vale malo por conocido, que bueno por conocer”; “Ojos que no ven, corazón que no siente”; “Lo importante no es ganar o perder, sino competir”, etc. Esos dichos han sido repetidos por muchísimas personas y, como son populares, mucha gente cree que son verdaderos y los comparten a modo de consejo, hasta con cierta altanería porque se sienten

conocedoras, pero, ¿en realidad lo son? La respuesta es no, de la misma manera que no todas las reflexiones que se hacen virales son verdaderas.

¿Quieres casarte después de los 35, de los 50, de los 100? ¡Cásate a la edad que quieras!; ¿Quieres vestirte jovial? ¡Vístete como quieras!; ¿Quieres vivir en unión libre? ¡Vive en unión libre!;

¿Tienes ganas de llorar y expresarte? ¡Llora y exprésate!; ¿No quieres casarte ni tener hijos? ¡No te cases y no los tengas!; ¿No te quieres depilar? ¡No te depiles!  En fin, lo que no deberías

hacer es poner la opinión de las demás personas por encima de tu felicidad.

Hagas lo que hagas, digas lo que digas, te van a criticar. Y si ya es un hecho que no te salvarás de la crítica, ¡es mejor que te critiquen haciendo lo que quieres, que queriendo darles gusto!

Y si ya sabemos que esperando a que se normalice algo, o no, también van a criticar de cualquier manera, ¿Para qué esperar? No esperes a que se normalice algo para hacerlo. Deja de esperar para ser feliz, para ser libre, para ser tú. ¡Al carajo también la espera!

El autor es escritor, capacitador, networker, conferencista y life coach en SB3.

beltr0nes@hotmail.com

Facebook.com/

SantiagoBeltrones3

Instagram.com/JimmyBeltrones