Haz una pausa, pero continúa avanzando

El autor es Ingeniero en Sistemas Electrónicos.

Empresas, instituciones y negocios funcionan con nuevas ideas. Cualquiera que se quede sin innovar, conservando una rutina, haciendo lo mismo y sin corregir, en un mediano plazo estará destinado a desaparecer. Entendiendo que esto sucede a través de sus líderes, debemos alimentar las ideas creativas de todas las personas que forman la organización.

Aun cuando estamos realizando lo que nos gusta siempre, debemos considerar tomar un tiempo para renovarnos, tanto personal como laboralmente, lograr un bienestar integral que nos lleve a tener salud, mantener una mente abierta que genere un cambio enfocado al crecimiento a través de la mejora continua.

Cuando lo hacemos, nutrimos las buenas ideas y el espíritu generando el entusiasmo necesario para mantenernos motivados, contribuyendo al éxito y avanzar.

Un líder necesita identificar y preocuparse por la forma como  va generando rutinas principalmente en su persona. Indispensable analizar esa combinación de ingredientes que incluyen la salud física y emocional, así como el desempeño personal junto con los valores, creencias, metas trazadas, ambiciones y habilidades.

Obtener el equilibrio adecuado es un acto de auto observación constante en el cual se deben visualizar los cambios que logren una combinación correcta y nos lleven a ser congruentes, pero sobre todo a no quedarnos estancados para siempre tener la energía de enfrentar retos que sin duda implican desgaste y es por ello que una habilidad debe ser la de cuidar a sus colaboradores pero antes, y la más difícil, es cuidarse a uno mismo.

El error común cuando tenemos una posición importante en una empresa es que el primer descuido se refiere a nuestra persona, que por buscar “el éxito laboral” sacrificamos lo más importante, como el estado físico, la familia y  los hobbies, entre otras cosas.

Stephen Covey, autor de los “Siete hábitos de la gente altamente efectiva”,lo llama “afilar la sierra”, que se refiere a equilibrar cuatro dimensiones que son la física, emocional-social, espiritual y mental.

Y en algún momento nos damos cuenta de que es la inversión más poderosa que está a nuestro alcance en la vida y es la dedicación e inversión a nosotros mismos; cuidándonos es como podremos ser efectivos reconociendo y dando prioridad a la importancia de salir de la rutina dedicando tiempo a proporcionar liderazgo a nuestra propia vida.

Si queremos estar bien en el trabajo, con las demás personas y disfrutar, ante todo debemos estar bien con nosotros mismos. Este proceso es de renovación personal donde debemos considerar un

cambio, crecimiento, mejora continua, con lo que incrementaremos nuestra capacidad de actuar sobre una base de valores con un propósito de vida que reformule nuestra toma de decisiones para

vivir en armonía.

A veces no es necesario esperar a sentir esa necesidad de cambiar. Tengamos esa autoconciencia de prestar atención a lo que diariamente hacemos, e incluso siendo positivo, podemos adecuar

proactivamente para apreciar no sólo quienes somos, sino también aquello en lo que podemos convertirnos.

Personalmente me tocará hacerlo en esta última columna que disfruto cada que las escribo y de igual manera al verlas publicadas, pero deseo generar una transición en éste y otros aspectos de mi vida donde haré una pausa, pero continuaré avanzando para analizar, estudiar, aprender, mejorar, crecer, evolucionar, descubrir nuevas pasiones y generar distintas oportunidades que me permitan desarrollar habilidades, fortalecerme y regresar a escribir.

Muchas gracias a periódico EXPRESO por permitirme este espacio, especialmente a ustedes que me han leído y me comprometo a que pronto estaré de vuelta con temas actuales, renovado y ¡mayor entusiasmo!  Todo tiene su proceso y su propia evolución, no vas lento ni muy rápido, vas al ritmo perfecto parati … Tribu positiva.

El autor es Ingeniero en Sistemas Electrónicos.

alexlinasdiaz@gmail.com

@linas_alex