¡Cierra la boca!

Últimamente he visto muchas publicaciones que te invitan a que, si tienes planes, cierres la boca (de hecho en algunas sugerencias son más agresivas y en lugar de “cierra la boca” dicen “telosico”).

Las publicaciones sugieren cosas como: “¿Vas a comprar casa?, ¡cierra la boca!”; “¿vas a comprar carro?, ¡cierra la boca!”; “¿te vas a casar?, ¡cierra la boca”; “¿te dieron un aumento?, ¡cierra la boca!); “¿vas a viajar?, ¡cierra la boca!”; “¿tienes una nueva relación amorosa?, ¡cierra la boca!”, y un gran etcétera.

Y aunque entiendo que la sugerencia de que mantengamos la boca cerrada es porque a veces nos equivocamos y lo que dijimos no se logra, o porque muchas veces existe envidia por parte de amistades y familiares, no lo considero como una regla.

Si una persona quiere abrir la boca, lo puede hacer. De hecho, abrir la boca puede resultar positivo, ya que fortalece el compromiso. Cuando nadie sabe, es fácil rajarse, nadie se dará cuenta de

la deserción; en cambio, cuando alguien sabe, la pensamos dos veces antes de rajarnos.

Y, si quienes saben son las personas correctas, incluso nos pueden alentar en los momentos de flaqueza.  Así que, repito, si quieres abrir la boca, ¡Hazlo! ¿Y si te equivocas? No pasa nada. ¿Y si hay  envidias? ¡Pues que se frieguen! ¡Que les duela su hipocresía! ¡Que su falsedad para contigo tenga un precio alto!

Finalmente, ¿Y si sí lo logras? Obviamente te dirán que siempre creyeron en ti, y a las personas falsas les dolerá más el hecho de que sí cumplas lo que dices. Ojo: Con esto no estoy alentando a publicar todo.

Personalmente prefiero guardar algunas cosas para mí, otras compartirlas con ciertas personas pero mantenerlas fuera de las redes sociales, y compartir pocas  abiertamente. Pero me saca de onda que la gente quiera imponer sus ideologías de manera tan agresiva, como al ordenar que cierres la boca. Con ganas de contestarles: “¡Ven y cállame hijo de tu acá y allá!”, pero, ¿para qué

enfocar el tiempo y la energía en ellas, cuando puedes usarlos para avanzar en tus objetivos?

No dejes que otras personas te digan cómo vivir tu vida. Si vas a mantener cerrada la boca, que sea por convicción propia. Si vas a abrir la boca, también que sea por tu propia convicción. Gente criticona siempre habrá, hagas lo que hagas, digas lo que digas, de la crítica no te salvarás.

Lo importante no es qué digan esas personas, sino lo que digas tú, y más importante, lo que sientas tú. Por cierto, cuando las personas cercanas “sacan las uñas” con envidias, mitotes, malos deseos, etcétera, y te das cuenta de ello, se convierte en un filtro súper efectivo. Es como si la basura de tu vida se sacara sola.

El autor es escritor, capacitador, networker, conferencista y life coach en SB3.

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