Liderazgo, participación social y discapacidad

La autora es directora del Centro de Certificación y Profesionalización en Política y economía. Consultora en diseño y evaluación de políticas públicas.

El 15% de la población mundial tiene alguna discapacidad, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las personas en condiciones de discapacidad frecuentemente se encuentran con dificultades para la participación plena y efectiva en la sociedad, ya sea en los espacios de infraestructura urbana, en la transmisión de mensajes o ideas, e incluso en el trato cotidiano, y esto alienta la prevalencia de prejuicios y estereotipos.

Lejos de aportar a la inclusión social de las personas con discapacidad, estas barreras impiden tomar conciencia de la discapacidad como parte de la diversidad humana, de las aportaciones que las personas con discapacidad ofrecen a las comunidades, así como de la capacidad que ellos tienen para tomar sus propias decisiones, sin deber ser sustituidas por una tercera persona.

Respecto a la situación laboral, 39.1% de la población con discapacidad mayor de 15 años en México es económicamente activa, frente al 64.7% de las personas sin alguna discapacidad.

Esto contrasta con la gran capacidad del liderazgo, motivación y aprendizaje que demuestran laspersonas con discapacidad. Por citar un ejemplo, una encuesta de la Fundación Adecco (2015) demuestra que las personas con alguna discapacidad son quienes tienen menos bajas laborales, además de mostrar, por lo general, grandes dosis de motivación laboral y afán de superación.

Los obstáculos también los encontramos para ejercer una plena participación política y social para exigir sus derechos y colocar temas en las agendas públicas y gubernamentales. Eso genera una

ausencia de temas prioritarios de este sector en las agendas de quienes toman decisiones y generan políticas públicas.

Según el documento “La discapacidad en México, datos al 2014”, elaborado por el Inegi, 7.7 millones de personas presentan algún tipo de discapacidad en México,  siendo las dificultades para caminar las más frecuentes.

No es mínimo el número de personas con discapacidad; aun así están ausentes de las agendas públicas y las de la mayor parte de los partidos políticos.

Como consecuencia de esta ausencia en las agendas públicas, hay otro problema al cual los investigadores nos enfrentamos al querer contextualizar la situación actual de las personas con discapacidad: las estadísticas en América Latina y México están desactualizadas y descontextualizadas por varias razones, entre ellas, la falta de indicadores e

instrumentos para medir la discapacidad.

De ahí la importancia de empoderar y desarrollar las habilidades de liderazgo de las personas con discapacidad, para que puedan obtener herramientas que les permitan diseñar, proponer y cabildear proyectos y temas sustanciales para su pleno desarrollo.

Asimismo exhortamos a gobiernos y partidos políticos a incluir en sus agendas temas relacionados con el ejercicio de los derechos y pleno desarrollo de las personas con discapacidad, que los incluyan en su quehacer, que se preocupen por conocer sus puntos de vista y que les den espacios laborales y de participación social.