‘Los feos de Tijuana’

El autor es escritor, capacitador, networker, conferencista y life coach en SB3.

¿Conoces a alguien “ffeeoo”, o “ffeeaa”, y que se cree que está guapo(a)?

Son las típicas personas que, si es hombre, camina inflando el pecho y viendo a todos para abajo; o si es mujer, para la nalga, mete la panza y levanta la chichi (para este momento ya debes estar pensando en alguien, si no, probablemente alguien piense en ti cuando lea esto [broma]).

Retomemos. En 2007 fui a dar a Tijuana por error. Le hablé a un amigo y me convenció de quedarme a trabajar con unos parientes suyos que vendían cosas en los tianguis. Invertí mis últimos 100 dólares en un “pallet” (paquetes con productos que estaban en buen estado pero tenían algún detalle).

Así comenzó mi travesía como fayuquero por los tianguis de Tijuana. Una muy buena experiencia, además de que me hice regatero.

Un día, estando en uno de los tianguis, fui a comer tacos de pescado con mis “colegas”. Cuando sugirieron esos tacos, dijeron que podías comerte cuatro, decir que te habías comido dos y que no se darían cuenta.

Pero con todo lo que se decía de Tijuana, me dio miedo. Al final fui el único que pagó la cuenta completa, lo cual me dolió porque casi no traía dinero y desaproveché esa “oportunidad”.En fin, gajes de no ser gacho.

Retomando, mientras comíamos llegó un grupo de personas. No me gusta juzgar (bueno sí, poquito), pero te diré que llegaron vestidos de traje (sí, al tianguis), y hablando en inglés. Por un momento pensé que los acompañaba alguien que no hablaba español, pero todos tenían el “nopalón en la frente”.

Lo primero que dije fue: ¡Qué ridículos, se la dan de importantes!, y uno de los que iba conmigo dijo: ¡Así son todos, se van al ‘otro lado’ unos meses y vuelven jugándola!

En 2017 me tocó dar una capacitación en línea para vendedores de diferentes países de Centro y Sudamérica, donde tenía que hablar sobre la importancia de las creencias.

De la nada recordé a “los feos de Tijuana”. Pensé que seguían viéndose ridículos (10 años después y me seguía gustando criticar poquito), pero también se me reveló algo digno de analizar: Cuando pensé que se la daban de importantes, la verdad fue que ellos no le dijeron a nadie que se creían importantes, ellos simplemente se creían importantes, actuaban como si lo fueran y lo transmitían.

Cuando trabajes por tus metas, siempre habrá quién critique. Para ellos, yo fui una de esas personas que criticó y habló mal. Pero la vida da muchas vueltas y 10 años después di esa capacitación, un año después la compartí en mi segundo libro, y tres años más tarde te la estoy compartiendo por este medio.

Yo los critiqué, y al final, se convirtieron en mis maestros para temas de autoaceptación y creencias.

Como dicen: Lo que te choca, te checa. Quizás eso que hoy te incomoda, te está queriendo dar importantes lecciones de vida.