Tu propósito de vida

El autor es licenciado en Nutrición, Escritor, asesor de capacitación por la Secretaría de Previsión Social.

Pensamos que a esta vida venimos con un propósito o encontrar uno, por lo general dependiendo del núcleo familiar este “propósito” te lo van inculcando y recalcando que va enfocado hacia tener una vida profesional, una carrera, un trabajo, una familia, esto visto más como el plan de vida a lograr, que por lo general es lineal. El "a qué vinimos a esta vida" es la incógnita más grande que pueda existir y que nadie le ha podido dar una respuesta.

Creo yo, David Toache, opinión personal, que no podemos definir como tal qué lugar tenemos en esta vida, a qué vinimos, tampoco se trata de buscarle y encontrar ese por qué. El mayor propósito que da sentido a estar en este planeta, por lo años que nos toque, es simplemente buscar la felicidad y amor, y no hablo de amor de pareja, sino simplemente amor, buscar amarte a ti mismo y aprender a regalar eso de ti con quienes te rodean, y al hacer esos pequeños detalles sin esperar nada a cambio, es lo que te va a dar el placer de felicidad, de plenitud.

Todos en esta vida, absolutamente todos, sin importar de dónde vengan o qué estrato social tengan, buscan ser felices y exitosos. El detalle está en que se relaciona éxito con dinero, felicidad con bienes materiales, con una profesión, con un trabajo. Si tú te pasas tu vida queriéndole llegar a metas profesionales, el día que les llegues, se te acaba la motivación, y te vas a poner otra igual y así se te va ir la vida, ansioso y estresado por querer llegarle a algo, a una zanahoria siempre, que el día que le llegues, a eso te va a saber, a una simple zanahoria.

La vida es muy difícil, todos lo sabemos, o la mayoría; pero sea cuál sea la vida que tengamos, más que buscar un propósito, hay que encontrar los pequeños detalles que en nuestro día a día nos den felicidad, porque no todo en la vida puede ser trabajar, venderle tu alma a una institución, venderle tus horas a un empleo, vivir para subsistir, de ser así ¿qué te queda?, ver a tu familia dos horas al día y aparte de malas porque llegas cansado y estresado; ir todos los días a trabajar sin ganas, pelearte con todo mundo, crear problemas laborales por cualquier motivo. A veces parece

que nos gusta hacer la vida más difícil de lo que es ya, de por sí el mundo nos regala caos, entropía, y todavía nosotros nos creamos problemas y discusiones sin sentido a diario, que solo nos llevan a encontrarle menos sentido a esta vida.

Pocas veces pensamos en la muerte, pero si la vida como tal la vemos de otra manera, qué estás haciendo con la vida hasta el día que te toque partir de ella, y más vale que hagas cosas chingonas,

mágicas, algo que de verdad impacte, algo que haga sentido con el éxito de tu vida, sea cual sea y a lo que le quieras llamar éxito. Más vale que sea algo que esté lleno de amor, donde compartas lo mejor de ti, donde te deje una enseñanza, un aprendizaje que haga que cada día valga la pena, que no vivas solo por vivir, que tus días te sepan a algo, que encuentres con quién compartir esa vida sin codependencia, sino en amor total, siendo tú completamente.

Siendo feliz a cada momento, sin trabas, sin estragos sin ponerle etiquetas al amor, condicionantes, sin priorizar el amor, a la familia, a las personas a las amistades, al final amor es amor y es el único motor que te debería de mover todos los días para buscar la vida que quieres.

No te quedes donde no estés feliz, no hagas lo que no te gusta, deja de hacer solo lo que te inculcaron, esa vida lineal que sólo busca llegarle a una meta y otra y te tiene estresado y ansioso siempre, que te hace perderte del resto de tus días, deja de querer llegarle a algo a fuerzas, las metas se ponen una vez y se sueltan, son una referencia nada más.

Aprende a aceptarte por quien eres, con tus defectos, con lo peor de ti, no creas que eres mejor que los demás solo porque públicamente no sacas lo peor de ti, al final todos somos lo mismo.

Encuentra lo que te apasione, esos sueños que tuviste de niño que nunca hiciste por el qué dirán, porque tu familia no estaba de acuerdo, porque tus padres no te dejaron, por educación. Al final es tu vida, si se la das a los demás, nunca vas a saber qué pudiste hacer realmente tú con tu vida, vívela porque un día ya no estarás.