“La estrategia no importa”

Seguramente el gran general chino Sun Tzu se estaría revolcando en su tumba si leyera esta columna al igual que Nicolás Maquiavelo, Karl Von Clausewitz, Steve Jobs y otros grandes estrategas que los precedieron. Pero no bromeo, tampoco apelo a truco alguno para llamar tu atención, más bien me limito a los hechos.

Tampoco te diré que el hecho de tener una meta, sueño u objetivo es más importante o que Salim Ismail, CEO de Singularity University, de tener un propósito de transformación masiva que guíe todas tus acciones debe estar por encima de todo. Esto es algo que necesitas saber si en verdad te vas a comprometer por completo con tu empresa o negocio.

Sucede así porque este razonamiento no proviene de algún líder de opinión con coeficiente intelectual por encima del promedio, con algún mensajero iluminado por la divinidad que haya recibido valioso secreto ni tampoco con alguna sabiduría ancestral descubierta recientemente.

Más bien proviene de una práctica que te recomiendo adoptar y tener presente siempre en torno a todo lo que tenga que ver con empresas y negocios: “Aprender tanto de tus errores, como de los errores de otras personas”. Por eso, a partir del aprendizaje que me han dado todos los errores que he cometido desde el 2015 -año a partir del cual me que me dedico a tiempo completo a esta actividad profesional- y del aprendizaje de los errores de las decenas de personas con las que he trabajado como consultor, guía, capacitador, coach, mentor o colega te debo compartir un importante principio:

“La Estrategia NO IMPORTA”, sucede así porque puedes lograr un mismo objetivo en más de mil formas distintas"; por eso es un grave error no tomar acción esperando el mejor momento para estar preparados por completo para hacerlo; por eso es un grave error preocuparse más por el “cómo” vas a lograr lo que quieres lograr, en lugar de hacerlo por el “por qué”; por eso es un grave error dedicar demasiado tiempo a planear; por eso es un grave error derrumbarse, desilusionarse o abandonar el camino cuando la estrategia falla; por eso es un grave error no luchar por tu meta, sueño u objetivo solamente porque no sabes cómo lo vas a lograr.

Hay tres elementos que son indispensables por encima de todo lo que te he mencionado como error en los párrafos anteriores:

1. Tú.

2. Tu meta, sueño u objetivo.

3. Tu compromiso total por hacerlo realidad.

No tienes por qué complicar las cosas ni tampoco equivocarte al menospreciar una gran verdad solo por su sencillez. Estos tres elementos importan más que tu estrategia, porque sea cual sea e incluso careciendo de una, si realmente te involucras, defines lo que deseas lograr con completa claridad y te comprometes por completo, darás un importante paso hacia dicho resultado. Si además de esto trabajas con enfoque haciendo lo que necesites hacer y pasando por lo que necesites pasar seguramente encontrarás una estrategia que sí funcione para ti.

Por eso no debes de perder de vista lo que realmente importa; por eso no debes de enamorarte de la solución que tienes en mente y más bien, debes obsesionarte con el problema a resolver.

Nos leemos pronto.