Humanidad Decadente

El autor es internacionalista.

(PRIMERA PARTE)

La decadencia de la sociedad, transmutó a nuevos modelos de sociedad

Las agudizaciones de las contradicciones en el desarrollo de las sociedades y específicamente en los modelos sociales de producción, como lo apreciamos en la época cuaternaria del Neolítico, cuando el hombre primitivo domestica la proteína y transforma la mielina cerebral, logrando obtener mayor desarrollo cerebral aumentando su inteligencia.

Se transforma de nómada, se vuelve sedentario y en lugar de cazador cuida y acorrala el rebaño, diseña la rueda y descubre el fuego, logra avanzar miles de años en la construcción de sociedades

más avanzadas.

Estos avances de los diferentes modelos de la sociedad en ningún momento han sido iguales, como podemos ver en la sociedad primitiva y en los modelos de producción asiática, esclavista, feudal, capitalista, neoliberalismo y la tecno estructura cibernética globalizada.

No hay que olvidar que la caída de un modelo social, para poder pasar al siguiente siempre ha reflejado el resquebrajamiento de los valores decadentes de esa sociedad, que obliga al nacimiento de nuevas estructuras en las que la humanidad debe articularse de forma armónica y equilibrada para instalarse en el nuevo modelo.

Al Imperio Romano lo aniquila su vulgaridad y la pérdida de sus valores estéticos, llevándolos a una decadencia que provoca la caída de su gobierno.

En pleno Siglo XXI la humanidad necesita encontrarse con su interior. Recuerdo que en diciembre del 2019, escribía y reflexionaba sobre el inicio de una nueva década, con los pares 2020, sonaban y se veían bien, se nos presentaba un futuro alentador y sobre todo un alto porcentaje de ciudadanos en el mundo, nos llenábamos de una inspirada esperanza, independientemente de los antagonismos del nuevo gobierno de Donald Trump con el gobierno Chino de Xi Jinping, de Inglaterra saliéndose de la

Comunidad Económica Europea, de gobiernos populistas como Venezuela y Cuba, siendo vetados por el esquema capitalista y el “Factor Democrático”, de nichos de mercados electrónicos globalizados. El fin de las ideologías ocurría, los países del orbe no ven la nacionalidad sino los mercados donde imperan entre la oferta y la demanda promovida en la comodidad de una nueva era digital, Amazon como comercio electrónico de alcance mundial y, puesto competido fuertemente por Alibaba y JD, empresas de origen chino, controlando el 81.9% del mercado.

El poder sobre el mercado electrónico es una de las premisas predominantes en el inicio del Siglo XXI, ante una humanidad amenazada que se disloca en la competencia y en la vulgaridad del ejercicio del poder, intenciones que han llevado a las civilizaciones a la decadencia, Albert Einstein manifestaba “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”.

En el nuevo amanecer, contamos los segundos, minutos horas y días esperando ansiosamente la década 2020, se dibujaba y la anhelábamos, forjamos una esperanza, pero qué clase de sociedad habíamos construido para recibir esta década, hacíamos lo mismo buscando y queríamos tener resultados diferentes, perdimos la ética, mentimos y nos alejamos de la verdad, nos llena de gozo lo vulgar y fácil, gobiernos y sociedad se orillan al abismo de la decadencia. El individualismo método egocentrista, Aristóteles y el Zoon politikon, o sea el animal político, el hombre como un ser social que se articula para alcanzar sus metas. Tomas Hobbes ”La naturaleza del hombre es la suma de sus facultades y poderes naturales” el hombre en su individualismo donde se crean dictaduras y monopolios.

No nos involucramos en los problemas de la colectividad y vamos y votamos ante la enajenación engañosa y mentirosa de un candidato, negamos la estética que nos da la belleza, la naturaleza, el amor y la felicidad.

Con estos elementos de la limitación humana llegamos al Siglo XXI, al 2020, lo que hemos construido es tan endeble, cuando China en Wuhan reportó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) aquel 31 de diciembre del 2019, precisamente día de San Silvestre, día de la anunciada y famosa carrera en São Paulo Brasil en 1925, fue descrita “como una nueva y misteriosa cepa de neumonía desconocida”, ni siquiera tenía nombre la bacteria invisible que al fin se le bautizó como Covid-19, y sin embargo ha trastocado a la humanidad como nunca en la historia de ésta.