Metamorfosis

La autora es Licenciada en Mercadotecnia, con certificación en Semiótica de la Imagen.

Una de mis actividades preferidas es ver la película de Disney “Ratatouille” en compañía de mi hermano menor, ambos coincidimos en que es un filme repleto de mensajes que muy probablemente no piensas que podrías encontrar en un rodaje para niños, algo bastante característico de la marca. Hay una escena en esta animación en la cual el crítico gastronómico Anton Ego regresa al restaurante Gusteau’s después de un tiempo para evaluar la novedad del sitio y cuando le preguntan que, si con qué le gustaría empezar, éste responde: “…creo que se me antoja algo de perspectiva.

Es todo, quiero una fresca, clara y deliciosa perspectiva…”.El primer par de veces que vi la película, al escucharlo simplemente no comprendía, estoy segura de que mi expresión era la misma que la del mesero que atendió a Ego. “¿Perspectiva para cenar?, ¿a qué se refiere?, es decir, ni siquiera está en el menú”.

Confieso que ese guion me atormentaba de alguna forma, su presencia en mi mente me perseguía por días hasta que después de dejar de pensar conscientemente en ello, meses de meditación,

largas listas de libros e historietas, horas y horas observando el cielo nocturno, tardes completas de mi música preferida y demás actividades que de cierto modo me mantenían lejos de las palabras

“pandemia” y “Covid-19”, creo que finalmente comprendí lo que Anton Ego quiso decir sin darse cuenta realmente, al pedir algo de perspectiva aquella noche parisina. Buscar y obtener perspectiva, es buscar y obtener mayor visibilidad, conocimiento, posturas, mayor diversidad, oportunidad y posibilidad.

Creo que es una representación más de la abundancia en el ámbito y en la magnitud que gustes. De la búsqueda de perspectiva se obtienen soluciones, opciones y decisiones, surge una acción o una intención, incluso ambas simultáneamente y posteriormente un cambio, lo que inevitablemente nos lleva a avanzar.

Está de más decir que ha sido un año difícil, incómodo, triste y desesperante para muchos. Hemos presenciado tantos sucesos de tonalidades oscuras que es fácil observar cómo nos encontramos desgastados y cansados.

Muchos mantienen posturas positivas y están llenos de esperanza, mientras que otros simplemente no creen que la situación cambie en algún momento.

Han pasado meses y sigo escuchando y encontrando personas de mi comunidad que no pueden dejar de buscar culpables, de referirse e insultar a cualquier asiático por “cochinos”, todos estableciendo juicios a otros países, a médicos, al Gobierno, a personas que siguen las reglas y también a quienes no lo hacen.

¿Podemos dejar de pensar en nosotros mismos como únicas víctimas?, ¿podemos intentar al menos obtener un poco de perspectiva? Pienso que esta pandemia nos está dando la oportunidad de finalmente conseguir posicionarse en otros escenarios, de ver y accionar distinto, ¿podemos al menos intentar hacerle frente a la reformación?

Ha sido un año repleto de cambios enormes y realmente drásticos. Voltear hacia atrás sólo nos aporta la opción de modificar nuestro futuro, de trascender. Estar entre aquel pasado marcado y un futuro impredecible nos brinda perspectiva. Creo que el cambio, por poco que nos agrade, nos la regala, y tenerla con nosotros es una fuente de alivio y soporte.

El tiempo y la vida siguen avanzando, nos ha quedado claro, la parte difícil viene quizás en el momento en el que hay que enfrentar la transformación, sin embargo “el cambio es nuestra opción, y se inicia cuando se decide.”

Les deseo un año nuevo lleno de oportunidad, felicidad, valentía, amor y perspectiva, la cual, de hecho, siempre formó parte del menú.