Elecciones en USA

El autor es internacionalista.

Es triste lo sucedido en su proceso electoral de los Estados Unidos de América, (USA).

El resultado de las recientes elecciones, es lamentable debido a que muestra el grave divisionismo que padecen los estadounidenses.

Si nos preguntamos por los ganadores, la respuesta correcta sería que ganó la crisis política, donde el verdadero triunfador es el caos sociopolítico generado por los contendientes.

Se polarizaron con un antagonismo frenético dos visiones de los USA y del mundo en general.

El presidente Trump se aferra en llevar a su país al proteccionismo, al aislamiento, al nativismo anacrónico; mientras que, el exvicepresidente Joe Biden impulsa el multilateralismo, las relaciones internacionales y la mejor diplomacia interna y externa.

Después del cierre de la jornada electoral, por múltiples razones, no era posible saber con certeza quien había ganado la elección.

Ambos candidatos no entienden que no entienden; y, lo mismo que muchos analistas, se equivocan tanto en sus pronósticos como en sus análisis.

Sólo aplican estrategias propagandistas de escándalo, como el acusar quien de los candidatos es el más corrupto o quien se robó más votos.

Ahora hemos presenciado un desfile de experimentados gurús, políticos y politólogos, así como de matemáticos encuestadores de todos tipos y tamaños, quienes aseguraban que el ganador por un amplio margen, sería Biden.

Una vez más se equivocaron rotundamente.

En esta elección dramática, con una polarización extrema de la sociedad más plural y diversa del mundo, los políticos no toman en cuenta a las nuevas generaciones ni sus innovaciones.

Es inaceptable que los supuestos eruditos politólogos, encuestadores y analistas fallen con frecuencia, veamos hoy como se equivocan.

Nunca tantos se habían equivocado tanto en un pronóstico electoral.

Quizás para las siguientes elecciones, y aquí siguen las de México, se debería consultar a sociólogos y antropólogos a fin de entender mejor las preferencias de un pueblo divido y hastiado de políticos fracasados.

Debemos comprender que ahora los USA son una inédita nación, nueva, y hoy esta fracturado por la política.

A pesar de su gran riqueza nacional, la mayor economía del mundo, su régimen que antes funcionó tan bien, hoy genera una disparidad socioeconómica alarmante.

Por primera vez en su historia, la pobreza está aumentando y las nuevas generaciones no tienen la esperanza de vivir mejor que sus padres.

Y, gane o pierda Donald Trump, el Trumpismo “is well and alive”, está bien y vivo, y desgraciadamente seguirá vigente esa ideología supremacista y racista, enmarcada en el nefasto populismo característico de las dictaduras, que hoy afecta en sumo grado al célebre sistema democrático estadounidense.

En consecuencia, debido al serio conflicto, ideológico-electoral, la democracia está degenerando hacia una oclocracia de la muchedumbre colérica y resentida.

Hoy los USA enfrentan un desprestigio nacional e internacional, para beneplácito de dictadores antidemocráticos como Nicolás Maduro, Xi Gin Pin y Vladimir Putin, entre otros que nunca reconocen derrotas.

Igual, Trump afirma que, si pierde, nunca va a aceptar su derrota.

Finalmente, pasando la “safe harbor”, o fecha segura del 8 de diciembre, día límite para decidir votos electorales, deberemos esperar al 14 de diciembre cuando se reúna el Colegio Electoral Nacional.

Luego nos tenemos que aguantar después de Año Nuevo, cuando el nuevo Congreso inicie sesiones y hasta el día 6 de enero se declare al ganador, quien tomará posesión el 20 de enero.

En fin, seguimos entre la ansiedad y la esperanza; y, ojalá pronto tengamos un justo resultado.

El autor es internacionalista.

Maestro de Relaciones México-USA y Negocios Internacionales en la Universidad de Sonora.