Liderazgo en el deporte

El autor es Ingeniero en Sistemas Electrónicos.

Tuve una formidable plática sobre deporte estudiantil con amigos y excolegas que actualmente se dedican a la formación integral de niños, principalmente a través de la disciplina del futbol soccer; además, son jóvenes que admiro por su preparación y constante desarrollo, tanto personal como laboral.

Escucharlos fue maravilloso, sobre todo al manifestar constantemente el compromiso que tienen no sólo de perfeccionar en ellos el avance deportivo o habilidad disciplinar, sino el de desarrollar sus habilidades personales.

¿A qué me refiero?

En primera instancia, el denominarlo formación integral y no sólo a enseñar deporte, es entender que la prioridad u objetivo principal no es crear niños ganadores o campeones, sino que realmente aprovechen las horas de entrenamiento para cada uno ser mejor, no mejor que otros, sino que ellos observen su crecimiento individual.

Actualmente, los entrenadores deben convertirse en líderes que tengan el propósito de dirigir y guiar a sus alumnos a fin de que cada uno evolucione y avance de acuerdo con sus fortalezas y debilidades.

Alguna vez un amigo -entrenador- me dijo que la mayoría del tiempo se convierte en un “ángel guardián” ya que durante y fuera de las horas de entrenamiento, así como partidos, también se dedicaba a escucharlos acompañándolos en diferentes aspectos de su vida.

Sin duda los niños requieren una persona que los oriente enseñando y motivando, por lo que el ser entrenador deportivo me parece, es de los mejores pretextos para lograrlo.

Es por eso que al deporte se le debe dar la importancia debida, incluso para complementar la educación en las escuelas ayudándolas a evolucionar sus modelos, dirigiéndolos hacia un nuevo enfoque para que quienes lo practiquen sean mucho más.

Para que lo conviertan en un hábito en sus vidas, centrándose en valores que los lleven a observar, analizar, decidir y por consiguiente, actuar correctamente, tanto dentro, como fuera del deporte.

En la tesis de mi segunda maestría investigué sobre las causas de por qué a la edad de 15 años en adelante, algunas ocasiones antes, era común que perdieran interés por continuar realizando, ya sea actividad física o deporte; las dos principales razones fueron la influencia negativa de los padres de familia y el entrenador cuando no adquiría el rol de ser un mentor en la vida general de su alumno.

Por ello es importante que el entrenador sea un líder, incluso para que los padres de familia confíen en él.

Algunas ocasiones, no siempre, se logra ese tan anhelado objetivo de ganar, pero manteniendo esta filosofía formativa siempre se consigue algo mucho más importante, que además de enfrentarlo en las competencias deportivas, los niños lo aplican en cualquier reto que se les presente a lo largo de su vida, ya que es un aprendizaje práctico donde continuamente muestran una evolución positiva en lo referente a la comunicación verbal y corporal.

Es importante que como padre de familia comprendas la importancia de apoyar y motivar la práctica de cualquier actividad cocurricular demostrando ser uno de los principales pilares en el interés porque desee continuar practicando deporte.

Como entrenador, te invito a que aproveches la maravillosa oportunidad de tu trabajo convirtiéndote en un líder del deporte y para toda la vida, impactando y trascendiendo en tus alumnos; para ello te comparto, además, claro de enseñar los fundamentos de la disciplina correspondiente, inspirar en ellos al menos las siguientes 8 habilidades personales:

1.- Respeto por la autoridad.

2.- Respeto a sus compañeros y rivales.

3.- Honestidad e integridad.

4.-Responsabilidad.

5.- Disciplina.

6.- Compañerismo.

7.- Siempre dar lo mejor de sí.

8.-Y la más importante: Ante todo ¡asegurar que se diviertan!

“Si cada persona tuviera un entrenador-líder, encontraría esa pasión que lo haría siempre disfrutar su vida”: Coach “K”

El autor es Ingeniero en Sistemas Electrónicos.

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