Reactivar la economía = ¿déficit sanitario?

El autor es Licenciado en Nutrición, escritor e instructor de capacitación por la Secretaría de Previsión Social.

Aunque no lo parezca seguimos dentro de una pandemia global, momentos difíciles y delicados que nos privan de la vida que llevábamos normalmente.

Si bien los distintos sectores productivos de la sociedad se han tenido que adaptar a los cambios o modificar su modelo de producción, las cosas no son las mismas y no se puede determinar si volveremos a la realidad que vivíamos.

Lo que sí hoy es un hecho, específicamente en México, es que la reactivación económica del sector industrial del país se ha tomado como volver a la normalidad por gran parte de la ciudadanía, que si bien los protocolos de distanciamiento y reglamentos de salud siguen vigentes, las medidas van disminuyendo y con ello la conciencia o inconciencia de las personas que abarrotaron nuevamente lugares de entretenimiento y ocio, dando con ello un retroceso enorme a lo ganado en los meses de confinamiento.

Para nadie es un secreto que en nuestro país las medidas de control y prevención de los organismos de salud y Gobierno fueron deficientes, y el dato más simple y sencillo de entender es: sin pruebas, no hay resultados.

La cantidad de pruebas de Covid-19 nunca fue de acuerdo con la demanda que había de síntomas, de personas con la problemática y hoy más que pasar a “semáforos” amarillos o verdes, o que las medidas sanitarias disminuyan, es un llamado a que hagamos nuestra vida con cautela, con mayor prevención, a que no sean en vano los meses de confinamiento, los meses de lucha por los médicos y enfermeras de primera línea, por aquéllos que perdieron la vida, salvando y haciendo todo en sus manos para dar lo mejor de sí por los demás.

Tomemos conciencia, la pandemia no se ha terminado, el camino es largo, reactivar la economía no es volver a la normalidad, es responsabilizarnos como sociedad, de hacer las cosas mejor, de ver más allá de las paredes de tu casa, dejar de ser egoístas y apoyar a los demás en lo que podamos.

Hoy el mundo nos da la posibilidad de cambiar nuestra conciencia, de educarnos en temas de salud, medio ambiente, economía, política, de cuestionar y criticar con argumentos, no sólo por querer tener la razón.

Hoy el mundo puede ser un lugar mejor, no una nueva “normalidad” si no una nueva realidad, donde todos, desde lo local, contribuyamos con un granito de arena a mejorar nuestro entorno, nuestra salud, nuestra alimentación y la de quienes nos rodean.

El autor es Licenciado en Nutrición, escritor e instructor de capacitación por la Secretaría de Previsión Social.