¿Quién regula el vapeo en Sonora?

La autora es Licenciada en Ciencias de la Comunicación.

(PRIMERA DE 2 PARTES)

Hace unos días llegó a mis manos un volante, se trataba del anuncio de una Barber Shop, donde, además de los servicios que se ofrecen, se mostraban también imágenes de pipas o plumas para vapear, las cuales, se aseguraba en el papel, tienen en gran variedad y buen precio.

Fue entonces cuando me di cuenta de que estos lugares, que actualmente son muy frecuentados, se han convertido en centros de distribución de estos productos, para que los adolescentes y jóvenes de hoy, movidos por la curiosidad y la moda, se inicien en el hábito del cigarro electrónico, sin que haya autoridad ni regulación que lo evite.

Lo peor, es que los muchachos lo consideran inofensivo y legal porque pueden comprar todo el kit por Internet y lo reciben en la puerta de su casa.

“Quiero dejar de fumar por eso vapeo”, dicen en medio de su inconsciencia e ignorancia los jóvenes, sin saber lo equivocados que están, ya que el uso de tales dispositivos a la larga les puede provocar iguales o peores daños que el cigarro convencional.

¿Qué es el vaping?

El vaping (vapeo) o e-cigarrete (cigarro electrónico) se hace utilizando un vaporizador, donde se calienta una sustancia líquida (vape) y el calor lo convierte en un aerosol que se inhala.

Hay infinidad de marcas de vaporizadores y algunos utilizan como vape líquidos con sabor y otros usan nicotina que contiene líquido o THC (ingrediente de la mariguana que produce su efecto característico).

Sus componentes más comunes son el propilenglicol, el etilenglicol y la glicerina; se les puede añadir, además de Cannabis, el famoso fentanilo, opioide analgésico sintético similar a la morfina, pero mucho más potente.

Por otro lado, hay sitios web donde ofrecen recetas para preparar vape casero, con o sin nicotina.

Una de sus “ventajas” es que no suelta cenizas y neutraliza el olor, por lo que es más fácil ocultar su consumo en lugares públicos.

Los mitos

En un principio se consideró al vapeo como una alternativa para que los fumadores abandonaran el cigarrillo tradicional.

Sin embargo, para miles de jóvenes que nunca han fumado, el vapeo surte el efecto opuesto: establece una adicción a la sustancia que finalmente conducirá al tabaquismo.

Por ello, aunque las personas crean que los cigarrillos electrónicos son “más sanos” que los comunes, la realidad es que resultan ser peores.

Daños que provoca

Diversos estudios realizados revelan que el aerosol que emanan los cigarrillos electrónicos contiene cuatro grupos de tóxicos y agentes cancerígenos llamados carbonilos, compuestos orgánicos volátiles, nitrosaminas y metales pesados.

Existe evidencia documentada de que el aerosol de los cigarrillos electrónicos provoca daños en el pulmón como neumonías y lesiones similares al enfisema pulmonar.

Un estudio publicado en 2019 indicó que las personas que usan cigarrillos electrónicos tienen más probabilidad de tener problemas cardiacos.

Se ha visto también que las personas que vapean tienden más a la depresión, y viceversa, quienes vapean, muchas veces lo hacen porque están deprimidos.

Vapeo y Covid-19

Expertos en salud dicen con seguridad que vapear no sólo aumenta el riesgo de desarrollar complicaciones por el coronavirus, sino que eleva las posibilidades de contagio.

En días pasados, Luz Myriam Reynales Shigematsu, jefa del Departamento de Investigación sobre Tabaco del Instituto Nacional de Salud, alertó que los adolescentes jóvenes fumadores-vapeadores tienen 9 veces más riesgo de contagiarse de Covid-19.

Dado que el coronavirus se alimenta de los pulmones, para que estos órganos puedan superar la infección deben estar en óptimas condiciones, y el vapeo disminuye sus defensas, lo que origina cuadros graves de la enfermedad.

Así que, si hay que dejar de vapear, hoy es el momento preciso.

La autora es Licenciada en Ciencias de la Comunicación.

Ha sido reportera, editora y correctora en medios impresos y digitales.

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