Cultura de Paz, Cultura Científica y Sociedad

La autora @cherrycka es egresada de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación y Maestra en Ciencias Sociales por la Universidad de Sonora.

¿Por qué es importante la cultura científica en la sociedad actual? Entender lo que nos rodea, proteger el medio ambiente, mejorar nuestra calidad de vida, prevenir enfermedades y catástrofes, desarrollar valores y comportamientos a favor de la sustentabilidad, fomentar un pensamiento analítico y reflexivo, sensibilizar y concientizar a la humanidad en la incesante búsqueda del bien común, la paz y la solidaridad, son sólo algunas respuestas.

La UNESCO en su "Declaración sobre la ciencia y el uso del saber científico” de 1999, establece que la ciencia debe estar al servicio del conocimiento, la paz y la sociedad. Fomentar la paz y el desarrollo sostenible desde las Instituciones de Educación Superior (IES) son algunos de los retos de la Agenda 2030 de la ONU, a los que se vincula la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES). En México se busca renovar las universidades. De lo anterior, la Universidad de Sonora publicó en su página web algunas propuestas para las primeras acciones: una escuela para la paz, formar agentes de paz entre la comunidad universitaria e incorporar temas sobre la paz en la currícula.

Las IES se encuentran trabajando en la formación de profesionistas donde se enfatizará generar, aplicar y transferir conocimientos con un sentido social. Es decir, la difusión del conocimiento juega un papel importante, así como el servicio, para contribuir en el desarrollo y el bienestar social.

En general, se busca una transformación social, para una ciudadanía más informada, democrática e inclusiva, así como el desarrollo de las múltiples inteligencias, especialmente la inteligencia socioemocional, que permita la resolución de conflictos.

Creo que desde los hogares se puede contribuir al fortalecimiento de esta campaña permanentemente de paz fomentando los valores; tomando medidas para la prevención de enfermedades, adicciones y violencia; animando a la práctica de actividades culturales, deportivas y artísticas; cuidando la salud emocional y mental.

En este tiempo de pandemia, se vuelve necesario recurrir a prácticas de desarrollo humano que favorezcan a conformar una sociedad más saludable en todos los sentidos, pero también más humanística. ¿Cómo alimentar nuestro ser de paz? Existen muchos recursos que van desde la meditación hasta el ejercicio al aire libre. La tolerancia es una virtud que se debe cultivar. Además, recordemos que la neuroplasticidad del cerebro permite adaptar y modificar conexiones y redes neuronales como respuesta a la nueva información aprendida. Tenemos el poder de transformarnos, sólo debemos aprender y aprehender todo aquello que nos favorezca, así como desaprender y desaprender lo que nos hace daño.

La autora es egresada de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación y Maestra en Ciencias Sociales por la Universidad de Sonora

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