Trabajo colaborativo

El autor es Presidente Nacional del Colegio Mexicano de Profesionales en Gestión de Riesgos y Protección Civil, A.C.

En las pasadas colaboraciones hablamos de ciertos aspectos de la resiliencia empresarial, no como el resultado abstracto de un deseo o palabra de moda, sino de ciertas acciones que se tienen que ir realizando para que, al integrarlas de forma acertada, logremos esta meta.

Recordemos que la resiliencia empresarial desarrolla la capacidad de afrontar momentos de adversidad para adaptarte, crear soluciones y encontrar oportunidades con un alto nivel de fortaleza y compromiso para alcanzar los objetivos de la organización.

Otra acción a realizar para enfrentar cualquier situación adversa es coordinar los esfuerzos y el trabajo de todo el equipo con un alto nivel de corresponsabilidad, esto es, el trabajo colaborativo.

Para poder implementar adecuadamente esta sinergia que representa la suma de esfuerzos y voluntades para alcanzar un objetivo, debemos tomar en cuenta compartir una visión colectiva e individual orientada hacia el logro de metas, donde cada integrante del equipo se sienta valorado y motivado para que realice su función al reconocer la importancia y trascendencia de su actividad en la organización.

Por otro lado, en este entorno de crisis y retorno paulatino a la nueva realidad laboral, es importante prestar atención a los cambios de la comunicación interna con el equipo para crear una atmósfera laboral agradable, otorgando facilidades para la toma de decisiones corresponsables mediante reuniones periódicas donde se comparte información, estrategias, indicadores, parámetros, objetivos, metas y resultados en el nuevo escenario.

Lo anterior es trabajo del líder del equipo, de aquella persona en quienes los colaboradores encuentran al mejor mentor que les brinde retroalimentación para corregir y mejorar el desempeño individual y colectivo, manteniendo un alto nivel de respeto entre todos y conciliando los conflictos que obviamente irán surgiendo día a día, para lo que es importante que el líder mantenga siempre distancia emocional para analizar y evaluar las situaciones de forma objetiva.

Para generar esos cambios, se debe promover la mejora del ambiente de trabajo y el desempeño mediante la motivación, entendiéndola como la herramienta del líder que le permitirá realizar cambios positivos en la empresa ya que eso ocasionará que el equipo se sienta apreciado y reconocido mostrando como resultado, una actitud positiva y de mayor confianza a sus capacidades personales, es decir, se debe de celebrar como triunfos el cumplimiento parcial y total de las metas y agradecer el esfuerzo colectivo e individual.

No existe receta para motivar a otra persona, incluso no se puede motivar al que no quiere ser motivado, pero precisamente es trabajo del líder adquirir y desarrollar capacidades para poder hacerlo con su personal y con ello alcanzar un mayor compromiso con la organización, e independientemente de los resultados en rentabilidad, productividad y calidad, se tendrá una empresa con mejor clima laboral, ayudando con ello a que tome el camino correcto hacia la resiliencia empresarial.

Phill Jackson, campéon entrenador de basquetbol dijo:

“Los buenos equipos acaban por ser grandes equipos cuando sus integrantes confían los unos en los otros, lo suficiente para renunciar al –yo- por el –nosotros-”.

El autor es Presidente Nacional del Colegio Mexicano de Profesionales en Gestión de Riesgos y Protección Civil, A.C.