No eres tú, soy yo

El autor es Comunicólogo y creador de contenido independiente. 

“ No eres tú, soy yo… y no es que no tenga otra cosa qué decir, pero sinceramente no eres tú, soy yo. Soy yo que no sé a dónde voy, de dónde vengo o con quién quiero ir... es más, tampoco tengo idea si quiero ir solo o acompañado. No eres tú, soy yo, que no sé quién soy o qué es lo que quiero alcanzar en la vida. No sé si soy rojo, verde o azul, no estoy seguro si soy frío o caliente, de hecho creo que la tibieza y el gris dominan mi vida. No eres tú, soy yo, que hace tiempo dejé de perseguir algún propósito en especial, soy yo, que el establecimiento de metas son algo muy ajeno a mi persona y mi cabeza es algo muy parecido a un barco a la deriva. ¡No eres tú, soy yo! Que a veces te quiero, a veces te odio, a veces te beso y a veces te hiero. ¡Soy yo! Que a veces veo un futuro contigo, a veces sin ti... y en ocasiones parece que quisiera nunca haberte conocido. No eres tú, soy yo, que no sé si estoy alegre, triste, esperanzado, roto, contento o prácticamente muerto en vida, vacío, plano, insulso, sin sueños ni aspiraciones… definitivamente soy yo”.

Si alguna vez te han dicho esa frase, probablemente es lo más sincero y transparente que haya salido de la boca de esa persona a lo largo de tu relación con ella, pues más que una trillada frase de escape, lo más seguro es que se trate de una máscara tratando de ocultar sentimientos que ni el mismo portador entiende.

Por lo tanto, no te aferres en sostener una cuerda que tienes que estar jalando una y otra vez, provocándote un sinnúmero de llagas en las manos, llagas que eventualmente extenderán sus raíces hasta tu corazón y alma.

Búscate un amor que te bendiga día a día, que te llene de confianza y no de incertidumbre.

Ten siempre presente que el amor de verdad trae consigo seguridad, no dudas.

Y si has tenido que pasar por ese trago amargo, de haber entregado todo y no recibir nada, no te preocupes, tu corazón sigue entero dentro de ti, amar a esa persona no fue el problema, quizá ella nunca quiso ser amada. Así que si vuelves a toparte con esta frase, ya sabes cómo afrontarlo, con la frente en alto y el alma tranquila, responde:

“Definitivamente eres tú, sin ninguna duda eres tú”.

El autor es Comunicólogo y creador de contenido independiente.

FB: Efrén Adrián

IG: Efrenadriansf