El amor en tiempos de Covid-19

La autora es Licenciada en Psicología por Universidad Iberoamericana CDMX.

Es fácil encontrar la similitud entre el amor y una flor: si se alimenta puede crecer lo más hermoso y mantenerse vivo, de lo contrario, se marchita y muere; pero en tiempos de pandemia todo es distorsionado y se vuelve complicado encontrar el alimento correcto y más adecuado.

Es decir, otra de las cosas que este virus vino a revolver, separar y/o matar fueron las relaciones; y así como ha pasado con todo lo que conocíamos, nos vemos obligados a desaprender lo que se venía haciendo y funcionaba, para hacerlo de una manera diferente, adecuarnos o simplemente dejarlo ir.

Al inicio de todo, había quienes pensaban que no tendrían problema en quedarse en casa y resultaron desconocer con quien compartían techo; para otras personas, más desafortunadas, estar en casa representa más riesgo por el hecho de que viven con un agresor que no ataca los pulmones sino la mente y el cuerpo; por el lado opuesto, habrá parejas a las que les haya funcionado este inevitable reencuentro para reforzar lazos y se encuentren viviendo, por así llamarlo, una etapa de re-enamoramiento.

El problema de esto último es que para poder enamorarse y empezar una relación de pareja, uno de los dos niega siempre todos los aspectos negativos del otro. Si se utiliza esta opción todo el tiempo, tarde o temprano los problemas volverán a hacerse presentes y quizás aún más fuertes.

Por otro lado, se encuentran las parejas que no viven juntas y la distancia por tiempo indeterminado resulta una amenaza para la relación.

Para algunos, desafortunadamente, esto causó su desenlace al no poder sostenerse en las nuevas condiciones que provoca el alejamiento.

Sin embargo, hay otros casos que aunque se vieron puestos a prueba, lograron sobreponerse y encontraron los motivos para seguir juntos, y aunque se vean con menos frecuencia que antes, extrañamente se convirtió en algo más romántico que cuando podían verse siempre, por lo que esta adversidad también pudo ser una excelente oportunidad de fortalecer la relación.

En situación diametral, las personas solteras también se enfrentan a una nueva manera de convivir y ligar durante el encierro, y los que se excusaban con estar muy ocupados para tener una pareja ya perdieron esa oportunidad.

En varios de estos casos, la reclusión resultó en una excelente oportunidad para contactar con ellos mismos y reconocerse cómodamente como solteros, por otro lado, habrá quien aprovecha esta oportunidad como motivación para conocer a una pareja a distancia, lo cual de alguna manera extraña, puede resultar menos amenazante y favorezca que pueda abrirse más fácilmente.

En conclusión, tener una pareja durante la cuarentena puede ser complicado, y menos aún compartiendo los mismos espacios.

Se requiere de acuerdos, renuncias, negociaciones, mucha paciencia y empatía con el otro.

Anteriormente se mencionó que también son tiempos de encierro interno y de autoconocimiento, lo cual vuelve al confinamiento más complejo porque es como si naciera un “nuevo yo” frente a los demás ¿cómo esperamos que sea fácil lidiar con la otra persona que además en sí, puede ser otra?

No es fácil, pero las relaciones siempre han sido de dos y hay que alimentarlas y cuidarlas diario, porque nadie nunca se quedó con una flor marchita.

La autora es Licenciada en Psicología por Universidad Iberoamericana CDMX.

Actualmente cursando Maestría en Psicoterapia Psicoanalítica en Sociedad Psicoanalítica de México CDMX.

Cargo: Psicoterapia Psicoanalítica (modalidad en línea disponible).

Contacto: nicoledelrincon@gmail.com