Financiamiento: solución o problema

El autor es Ingeniero Químico con Maestría en Dirección de Organizaciones.

Las micro, pequeñas y medianas empresas, son la columna vertebral del sistema económico de América Latina, representan el 99.5% de todas las empresas de la región y el 60% de la población ocupada según datos recientes de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), así que lo que le pase a este sector de la economía, le pasa a todo el país.

Estos negocios tienen varias características que dificultan su acceso al financiamiento, debido a su informalidad, falta de comprobación de ingresos, muchas carecen de inmuebles y garantías, pero aquellas que antes de la pandemia tenían unos estados financieros saludables y cuyos negocios podrían seguir funcionando una vez que termine la misma, deben buscar créditos que les permitan sobrevivir el período de ingresos reducidos.

Hoy por hoy, las empresas no esenciales se encuentran en situación complicada, básicamente debido a la disminución de ingresos, por lo que hay que tomar decisiones difíciles, primero en cuanto al personal, conservarlo o no, la administración de los gastos fijos, buscar prórrogas, descuentos, cambio de local, cierre, etc.

En estas condiciones lo principal es buscar la supervivencia, que en general es mantener la operación del negocio de la mejor manera posible, pero también significa revisar a fondo la totalidad del modelo de negocio, analizar productos, seleccionar clientes, ver oportunidades, cambio de giro, etc.

Es conveniente realizar un plan de negocios sobre la nueva situación, analizar fortalezas y oportunidades, trazar un plan a 12 meses con todos los cambios, hacer los pronósticos de ventas de acuerdo a la velocidad de reactivación que se pueda prever, donde los primeros seis meses prácticamente no van a registrar ingresos.

Este plan a un año le llamaremos “El tiempo de rescate”, es decir una temporada de ajustes y cambios, cuidar los recursos, búsqueda de apoyos, negociaciones, con el personal, proveedores, gobierno, salud, etc.

En este análisis debemos partir del supuesto, de que la pandemia va a disminuir gradualmente de intensidad, debido a las medidas sanitarias o que en poco tiempo se va a poder contar con una vacuna efectiva, lo que puede ocurrir en dos o tres meses cuando muy temprano.

Tomando en cuenta todo lo anterior, hacemos nuestro plan financiero, que nos va a decir la cantidad que vamos a necesitar para lograr los resultados óptimos, este plan debe tomar en cuenta la recuperación de cuentas por cobrar y la realización de inventarios, como primera fuente de recursos, analizar la partida de proveedores y los activos fijos como una posible fuente de financiamiento interno.

Con este análisis, podemos estimar el monto y el tipo del financiamiento externo requerido, los tiempos, cantidades, destinos y fuentes de pago, con estas cifras se puede estudiar la posibilidad de que los accionistas hagan aportaciones para reducir los intereses, o se busquen otras alternativas.

En todo este proceso es conveniente contar con el apoyo de una consultoría financiera que revise su situación particular, hay empresas en la ciudad que pueden apoyar a las PyMEs con equipos de profesionales calificados, que les pueden diseñar una solución a la medida.

El autor es Ingeniero Químico con Maestría en Dirección de Organizaciones.

Actualmente Consultor Empresarial Financiero.

Asociado a PONTIFEX S.C. Financieros.

manuel_agraz@prodigy.net.mx