Hijos… sus padres alguna vez también fueron hijos

El autor Efrén Adrián Sosa Franco es comunicólogo, creador de Contenido Independiente.

(SEGUNDA DE 2 PARTES)

Cuando era niño siempre me pareció fascinante escuchar las historias de mis padres antes de que yo naciera, pues podía conocer una faceta totalmente distinta de ellos, pensaba: “¿entonces no siempre has sido papá?”, “¿mi mamá también fue a la escuela?”, suena chistoso ¿cierto?, pero creo que no soy el único que pensaba que sus padres siempre fueron padres y tenían la vida completamente resuelta.

Alguna vez has dicho: “¿por qué mi papá siempre me grita?”, “¿por qué mi mamá se dirige a mí de esa forma?”, “no tiene ninguna razón para tratarme así”.

Y tienes razón, pero quizá somos muy ajenos a factores que ellos vivieron en su infancia, como la manera en que fueron criados y en el peor de los casos, quizá incluso hayan sufrido maltrato, abuso físico y otras cuestiones que nunca sabremos.

Las conductas, actitudes e incluso los errores, son algo que ellos muy probablemente heredaron de sus propios padres, generación tras generación, y cuando nosotros desconocemos esto se nos puede llegar a hacer muy fácil juzgarlos por sus decisiones o forma de ver el mundo.

Existe una película llamada “La Cabaña” que explica muy bien esto.

Mack, el protagonista de la historia, es un hombre que durante su infancia fue golpeado por su padre y ahora que él es padre de familia, sufre el secuestro de su pequeña hija, por lo tanto, es un hombre que guarda rencor contra su padre y contra la vida misma a causa de todo lo que ha padecido.

En una escena, Mack se encuentra con “La Sabiduría”, quien le muestra una visión donde vislumbra con dolor cómo un padre golpea a un niño, por lo que ruega que se detenga, pues no quería revivir ese terrible capítulo de su niñez.

Luego de esto, “La Sabiduría” le pregunta si el niño merece ser juzgado, Mack responde que no, que es inocente, a lo que “La Sabiduría” replica algo crucial: “ya lo has juzgado, ese niño no eres tú, es tu papá, siendo golpeado por tu abuelo”; fue hasta ese momento que Mack se enteró que su padre había sufrido de abuso físico en su infancia.

Y aunque eso no lo justifica, debemos entender, insisto, que todos tenemos cosas que sanar, heridas que nos marcaron para siempre y cuando estas no son sanadas probablemente lleguemos a reproducirlas, a fin de cuentas, uno siempre da de lo que tiene.

Quitémonos cualquier rastro de resentimiento posible contra nuestros padres, porque de lo contrario el ciclo seguirá repitiéndose en cada generación, así que está en cada uno de nosotros cortarlo y comenzar una nueva historia familiar.

Y con dedicatoria especial para todos los hijos que aún tienen la dicha de contar con sus padres… disfrútenlos y hónrenlos porque no son eternos, y cuando alguien ya no está es hasta entonces que, irónicamente, ahora ya podemos ver sus virtudes y no sus defectos.

Desde el momento en que nacemos hay un reloj de arena corriendo en nuestra contra, marcando el tiempo que estaremos en este mundo compartiendo con nuestra familia, y a veces desperdiciamos tanto tiempo buscando respuestas o culpables, pero pienso que en su lugar deberíamos preguntarnos: “¿Qué vamos a hacer con el tiempo que se nos fue dado?”.

Hoy es un buen día para comenzar una nueva historia.

El autor Efrén Adrián Sosa Franco es comunicólogo, creador de Contenido Independiente.

Contacto: FB: Efrén Adrián-IG: Efrenadriansf