El fin de la especie humana: generación mazapán

Director de Grössman Beyond Marketing, y consultor en comunicación y marketing.

Hace dos millones de años en África, numerosas especies de aspecto humano deambulaban por el planeta.

Algunas eran parecidas, otras muy particulares.

La última de estas especies se descubrió en septiembre de 2015, en Sudáfrica.

Se cree que los cientos de huesos encontrados pertenecieron a una nueva especie conocida como Homo naledi.

Nuestra especie apareció hace 200 mil años, cuando todavía existían muchas otras especies.

Sin embargo, hoy sólo quedamos nosotros.

¿Por qué sobrevivimos?

Cuando llegamos a Europa, hace sólo unos 40 mil años, los Neandertales llevaban viviendo ahí más de 200 mil años, tiempo más que suficiente para adaptarse al clima frío del lugar.

Estaban mejor adaptados que los humanos modernos para cazar en los bosques.

Pero rápidamente el clima se volvió más frío y los bosques más abiertos, como las sabanas africanas a las que los humanos modernos estaban acostumbrados.

Los Neandertales no adaptaron su estilo de caza a las nuevas circunstancias, dice John Stewart, de la Universidad Bournemouth, en el Reino Unido.

Los humanos modernos, en cambio, parecían cazar una gama más amplia de especies: animales grandes y pequeños, como liebres y conejos.

Esta habilidad de innovar y adaptarse puede explicar por qué reemplazamos a los Neandertales tan rápido.

Estimado lector, hemos sobrevivido usted y yo porque tenemos más herramientas emocionales, creativas, de hábitos, y un sin número de habilidades porque nos forjamos en el esfuerzo.

Pero hoy, las nuevas generaciones tienen grandes habilidades tecnológicas y carecen de inteligencia emocional.

Por eso se les ha llamado la generación mazapán o de cristal.

Ahora, hasta se ofenden con la negrita de los hot cakes.

Estamos creando una generación mazapán, una generación de jóvenes frágiles que en un futuro les va a molestar hasta que respires.

El show animado Animaniacs, creado por Tom Ruegger, y que vio la luz en el año 1993, regresó a la televisión mexicana el pasado 15 de junio en Azteca Siete de la cadena TV Azteca, pero los televidentes han solicitado que lo dejen de transmitir debido a sus chistes políticamente incorrectos y la violencia que manejan.

Estamos procreando niños mazapán por doquier.

Endebles, escurridos y que se romperán con el primer golpe de vida contundente y serán polvo.

Se harán añicos.

Los papás están sobreinformados, hiperinformados y plagados de miedos y fantasmas.

Aclaro, los más locos son los papás, no los niños.

De niño andaba descalzo, sin aire acondicionado, jugaba en la calle, sabía cazar con resortera, construía, aprendía a observar la naturaleza y tomaba agua de la llave.

En el monte podía encontrar el camino y sabía qué se podía comer.

Hoy puedo sobrevivir.

Porque tengo las habilidades de sobrevivencia.

Ahora toda esta generación de niños centennials lo tienen todo.

Ya basta.

Algo estamos haciendo mal como criadores y educadores.

Entiendo que el contenido y su velocidad ha cambiado, vamos directo a estrellarnos al vacío que es el demasiado de todo, de frente y sin cinturón de seguridad.

Director de Grössman Beyond Marketing, y consultor en comunicación y marketing.

Miembro de ASPAC.