El mundo como sistema

El autor es Ingeniero Industrial con posgrado en Desarrollo Sustentable.

La dinámica de la vida cotidiana en el planeta está formada por sociedades que desarrollan su economía, mediante el aprovechamiento de recursos naturales para satisfacer sus necesidades.

Las personas se relacionan entre sí formando familias, empresas o instituciones, cada uno de estos grupos atienden diferentes necesidades humanas para asegurar un buen futuro para su comunidad.

Las sociedades industriales generan riquezas mediante las trasformaciones de los recursos naturales en bienes y servicios, por lo que obtienen ganancias económicas.

El deseo de aumentar ilimitadamente dichas ganancias provoca que dichas industrias se expandan sin dar tiempo a la naturaleza de renovar los recursos, además sus procesos industriales emiten grandes cantidades de contaminantes al ambiente, simultáneamente la sociedad demanda a la industrial la elaboración de más productos cada vez más rápido para poder consumirlos, con esto, también se emiten más contaminantes ya sea durante dicho aprovechamiento o al desechar las partes que encuentra inservibles.

Esta contaminación no sólo afecta a la zona donde fue originada, si no que puede dañar otras regiones, por ejemplo, en países ubicados cerca del ecuador refinan petróleo para producir combustibles y plásticos, con estos procesos emiten gases a la atmósfera que atrapan el calor del sol, por su parte otros países retirados del ecuador importan combustibles para usarlos en sus vehículos emitiendo más gases que capturan el calor, por lo que la temperatura del planeta aumenta.

Este calentamiento provoca que el hielo en una localidad ubicada cerca del Polo Norte se derrita, posteriormente el nivel del agua aumenta y provoca inundaciones en localidades del Sur, conforme esto continua estas quedan completamente sumergidas, de esta forma comunidades del norte y sur del planeta sufren los daños ambientales originados en otras localidades. Ese calentamiento es el denominado ‘calentamiento global’.

Los gobiernos al darse cuenta de que el mundo está conectado ambientalmente, y que se requieren medidas globales para reducir los impactos ambientales, se reúnen para comprometer frenar estos impactos, y garantizar las subsistencia de todas las personas y sus entornos.

Para ello crean políticas públicas, y leyes que protegen la calidad del ambiente mediante la restricción de la explotación voraz de recursos naturales vulnerables y a la emisión de contaminantes, al mismo tiempo crean incentivos para quienes compensen el daño ambiental con actividades tales como la reforestación.

Es por eso que tanto la Sociedad, Industria y Gobierno deben sumar esfuerzos para garantizar la conservación de la naturaleza en todo el mundo y para todas las generaciones.

El autor es Ingeniero Industrial con posgrado en Desarrollo Sustentable.

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