La importancia de políticas públicas en alimentación

El autor nutriólogo, escritor, asesor y capacitador por la Secretaría de Previsión Social.

Hoy en día las políticas públicas por fin toman un rumbo hacia la alimentación porque quedó exhibido, por una pandemia mundial, las deficiencias no sólo de los servicios de salud y Gobierno, sino de la ciudadanía en general al no darle importancia a su salud y cuidado personal.

Hoy las agendas legislativas deberían estar encaminadas a mejorar la situación alimenticia y nutricional de su población mediante la elaboración de políticas públicas sostenibles y al alcance de todos.

Aplaudo que en las últimas semanas existan posturas del poder ejecutivo Federal y de secretarios de primer nivel, tales como en salud y educación, que han informado la implementación de una materia de orientación alimentaria en educación básica, así como programas de alimentación federal.

El detalle está en que esto queda como un reflejo del dicho “nunca es tarde para hacer las cosas “, porque la situación epidemiológica que vive el país siempre había existido, sólo que hoy un virus desconocido la exhibió aún más.

Las estadísticas de Sobrepeso y Obesidad, así como enfermedades crónicas siempre han estado sobre la mesa, pero si sólo se quedan sobre la mesa de poca utilidad son.

Reconozco a aquellos ciudadanos y legisladores que se han comprometido desde años atrás a tomar acciones y conciencia de la gravedad que atraviesa México por la mortalidad y morbilidad dada por este tipo de padecimientos.

Agradezco a aquellos funcionarios y políticos que sin importar su ideología política tomaron proyectos ciudadanos personales o colectivos para legislar en materia de salud y traer un beneficio social.

Al día de hoy no celebró como tal las acciones o posturas que toman las instituciones de empezar a implementar programas, por que quedaron a deber y ante la situación y contingencia que rebasa su sistema de salud empiezan a actuar con años de atraso en materia de prevención.

Lo único que me queda por mencionar es que se privilegie y reconozca a aquellos factores políticos y sociales que han dado años de su labor profesional y social a la pronunciación e implementación de políticas públicas en temas de salud, prevención y alimentación social, así como esperar que lo que se implemente en un futuro próximo, tenga la planeación necesaria para llegarle a un país como México, que se tiene que concientizar primero en materia de prevención de enfermedades, cambiar culturalmente hábitos muy enraizados de mala alimentación y desde ahí partir, sectorizar el país e implementar las herramientas necesarias y estratégicas para llegarle a los más vulnerables, a las escuelas, al sector empresarial y a los oídos sordos de México.

De igual manera me encantaría ver ahora sí la armonía y trabajo conjunto entre Secretaría de salud Federal y Estatales, entre la Secretaría de Educación Pública y la interrelación entre las mismas con instituciones federales como IMSS e Issste, pero sobre todo ver de parte de Jorge Alcocer Valera, Secretario de Salud, de Hugo López-Gatell, Subsecretario de Prevención o del mismo Zoé Robledo, Director General del IMSS, darle el reconocimiento que merecen los involucrados y que llevan años trabajando en dichos proyectos y no adjudicarse el beneficio político y moral, por que al final de cuentas las políticas públicas las hacemos todos y por lo general salen de la ciudadanía.

El autor nutriólogo, escritor, asesor y capacitador por la Secretaría de Previsión Social.