El retorno a clases de NNA

La autora es especialista en Derechos Humanos, Democracia, Niñez y Política Pública.

(SEGUNDA DE 2 PARTES)

En el trabajo periodístico publicado por EmeEquis, se revela que cada dos días, una niña o niño es asesinado por sus propios padres, es decir, los principales garantes de sus derechos son quienes los matan.

Una interrogante que debiéramos plantearnos también respecto a por qué no se garantizan los derechos de la infancia es: ¿quién está luchando para que se destine un presupuesto justo para atender estos gravísimos problemas y delitos en contra de NNA?, ¿quién va a darle sentido a tantas instituciones pobres de recursos, y por tanto, ineficaces e ineficientes?, ¿cuándo por fin vamos a tener procuradurías de Protección de NNA robustas, poderosas que puedan ser capaces de proteger a nuestra niñez?

Porque los delitos, los abusos que sufren los NNA son monstruosos y pareciera que temas como cuándo se retoman las clases presenciales fuera el gran problema que enfrenta la niñez, cuando ése sólo es un tema más, que pareciera quizás el más importante.

¿Por qué? quizás porque es el que se relaciona en mayor medida con los intereses del mundo adulto.

Pero en serio, ¿hasta cuándo quienes toman las decisiones en este país van a seguir siendo omisos e irresponsables con la niñez?, ¿hasta cuándo van a seguir destinando presupuestos insuficientes?

Para darnos una idea del presupuesto necesario para la atención de la niñez, Alejandra Crail, en su reportaje lo deja claro, tan sólo el Aeropuerto de Santa Lucía costará 41 veces más el presupuesto mínimo para apoyar a la infancia que recomienda el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

¿Cuánto tiempo falta para que la clase política gobernante se decida a defender en serio, y con la prioridad a la que tienen derecho, a NNA de las garras de redes de abusadores?, ¿qué más tiene que pasar para que el Estado mexicano empiece a fomentar la crianza positiva y se deje de romantizar el educar a base de golpes a las hijas e hijos en este país?

Hemos permitido y seguimos permitiendo infinidad de abusos hacia la niñez y, en consecuencia, el escenario ahora es, por ende, mucho más cruento.

El reto para la clase política es enorme, pero mientras no se destine el presupuesto necesario a las procuradurías y Sipinnas del país, en tanto no se consideren y tomen en cuenta las opiniones de NNA y el enfoque sea el mismo, el de la minoridad, situación irregular y simbólico, los abusos contra NNA continuarán, y serán seguramente aún más siniestros.

La autora es especialista en Derechos Humanos, Democracia, Niñez y Política Pública.