Economía de bajo contacto, el camino de salida

El autor es Ingeniero Químico con Maestría en Dirección de Organizaciones.

Hace muy poco, nos dábamos el abrazo de Año Nuevo por el 2020, en una celebración gozosa y eufórica, característica de los fines de año, que lejos estábamos de imaginar, que en esos momentos se estaba iniciando, la pandemia más maligna de la historia reciente, en un lugar distante de la República Popular de China.

Las aglomeraciones, marchas, espectáculos, aviones atestados, estadios deportivos al máximo, tan característicos de nuestra época, tenían sus días contados.

Ahorita que estamos viviendo los picos de la pandemia, los días de mayor contagio y mayor número de decesos, muchos países incluyendo el nuestro, están viendo la forma de reactivar las economías, aún sin tener una vacuna o tratamiento contra la enfermedad, es decir en condiciones de alto riesgo.

Aunque cada país tiene circunstancias diferentes, el mensaje de la Organización Mundial de la Salud es claro: “La estrategia de transición para salir del confinamiento requiere de un enfoque escalonado y calibrado”, dijo Michael J. Ryan, director ejecutivo del Programa de emergencia de la OMS.

Teniendo esto en cuenta, un grupo multidisciplinario ha diseñado una estrategia flexible con capacidad de adaptarse al riesgo, ligada a una protección de la salud que siga siendo eficaz. Un acto de equilibrio, que implica que por lo pronto sólo se podrán mitigar los problemas más graves si, y solo si, se pueda impedir un nuevo brote del virus.

Hay que tener en cuenta varios criterios. "Se trata de evitar las consecuencias sociales y psíquicas más graves”, indican los científicos. Eso apunta a posibilitar actividades económicas, sin incurrir en riesgos innecesarios, respetando los derechos humanos.

Concretamente, para poner en marcha la economía los científicos ven la necesidad de reabrir las guarderías y escuelas, considerando que los más jóvenes tienen menor riesgo, en cambio aquellas personas de mayor riesgo deberán permanecer aisladas, en este estudio se da gran importancia a la higiene, ropa de protección, lentes y tapabocas.

El viernes pasado se anunció que la reactivación en México, de las actividades económicas y escolares, podría ser a partir del 17 de Mayo, en municipios libres o de poco contagio, manteniendo las reglas de distancia social, salir lo menos, sin aglomeraciones y extremar la higiene.

Lo anterior nos lleva a la necesidad de lo que el “Board of Innovation” ha llamado la Economía de Bajo Contacto, una fuerte y abrupta transición de una economía de alto contacto, donde tocábamos todo, frecuentábamos multitudes, nos lavábamos poco las manos, estábamos muy cerca de las personas, a una situación de menor contacto.

La conducta de las personas, va a cambiar en función de si nos sentimos seguros de, que los lugares y las personas que acostumbramos, estén libres de Covid-19, la desconfianza va a ser un común denominador, se han dado casos de personas que se alteran, al estar en espacios cerrados, con compañeros o en transporte público.

En este nuevo entorno, habrá empresas que se adapten mejor que otras, a continuación, se mencionan los cambios probables, no acercarse a otros, limitar contactos, disminuir visitas, cambiar la forma de comprar, distinguir a las personas inmunes de las no inmunes, más trámites a distancia, realizar adecuaciones a lugares como infraestructura urbana, transporte público y oficinas, así como mayor movilidad individualizada.

Restringir la realización de eventos, reducir el número de personas que pueden estar en salas de cine, auditorios o en festivales de música, se tendrán que repensar las celebraciones religiosas, sociales y el trabajo en casa, quizá no a diario, pero llegó para quedarse.

Habrá restricciones de viaje entre estados, entre regiones y hasta entre países, evidentemente el gran turismo tendrá una caída fuerte, lo que llevará a preferir turismo regional, pasar tiempo en la naturaleza, en lugares poco urbanizados y hasta turismo rural.

Mientras no se tenga una vacuna o tratamiento efectivo, las personas mayores y las que tienen comorbilidades, estarán más limitadas, aunque en la realidad nadie va andar tranquilo. ¡Quédate en casa!

El autor es Ingeniero Químico con Maestría en Dirección de Organizaciones. Actualmente Consultor

Empresarial Financiero asociado a PONTIFEX S.C. manuel_agraz@prodigy.net.mx