Hoy elijo la salud

La autora es psicóloga.

La salud es un estado de bienestar físico, psíquico y social: OMS.

La definición se lee muy bella, pero, la realidad, es que casi nadie está totalmente sano.

Hablar de salud nos lleva a pensar en prevención y la manera como empezamos a vivir una vida saludable.

Esto inicia desde el momento en que nacemos.

La manera en la que nos educan tanto en cuestión alimentaria, así como en relación a la inteligencia emocional, marcará el futuro de la sanación o las posibles enfermedades que tendremos.

Cuando la enfermedad llega a nuestras vidas, la manera de vivirla nos llevará a mejorar más rápidamente o empeorar.

Por eso, es muy importante trabajar con las emociones, con las creencias y la forma de educación recibida.

Todos podemos cambiar nuestra mente y empezar a ver de una manera más objetiva cómo enfrentar una posible enfermedad.

Recomendaría empezar a trabajar las siguientes áreas:

  • Es importante revisar y tratar de moderar las emociones, mantener la mente fría, para poder ver con más claridad lo que nos está pasando. Las emociones son nuestra defensa a amenazas externas y nos ayudan a enfrentarlas, siempre y cuando podamos verlas de una manera optimista.
  • Elegir ver el lado positivo de la enfermedad (el vaso medio lleno). A raíz de esta enfermedad, ¿cuáles son mis ganancias?, ¿qué he aprendido con esta situación o a dónde me ha llevado?
  • Respirar profundamente y meditar, son técnicas que nos ayudan a controlar los nervios.
  • Poner las cosas en perspectiva y elegir cuál será el siguiente paso.
  • Mantenerse enfocado en el presente, estar en el hoy, para poder vivir día a día los cambios o situaciones por enfrentar.

Los obstáculos ante una enfermedad podemos enfrentarlos con coraje, valentía, visión estratégica, persistencia, inteligencia.

Es importante formar una red de apoyo.

Revisar lecturas que apoyen lo que se está viviendo, ver videos explicativos, asistir a terapia y, muy importante, el trabajo espiritual.

De nosotros depende cómo manejaremos los temores y enojos, las opiniones que nos dará la familia o amigos, la creatividad, las decisiones, y sobre todo, la manera como enfrentemos día a día lo que se está viviendo.

Sin embargo, la actitud será lo más importante en el proceso.

También es importante mencionar que dependiendo del tipo de enfermedad es recomendable consultar un tanatólogo, ya que ellos nos ayudan a trabajar la pérdida de la salud.

Por último, también recomiendo no creer en todo lo que alguna vez escuchaste con respecto a una enfermedad, ya que cada persona escribe una nueva historia y la ciencia avanza impresionantemente.

Confiar en que elegirás la salud y una nueva postura ante ella, es lo que te hará mantener la fe y esperanza en la sanación.

La autora es psicóloga.

psic.gladys12@gmail.com