Caso Poblete Vilches en tiempos del Covid-19

La autora es especialista en Derechos Humanos, Democracia, Niñez y Política Pública.

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Vinicio Antonio Poblete Vilches, una persona de setenta y seis años de edad, murió en un hospital público de la ciudad de Santiago de Chile. En su momento, el paciente requirió de una atención médica urgente y de calidad que el sistema de salud pública simplemente no proveyó. Se le negó un respirador, así como la posibilidad de ingresar a la unidad de cuidados requerida y de ser trasladado a otro centro en donde se le pudiera brindar la atención que necesitaba.

Lo anterior, derivó en una situación de discriminación por la condición del señor Vinicio Antonio Poblete Vilchis de persona mayor. Su familia ofuscada por un sentimiento de injusticia buscó la manera, los medios, y el caso llegó hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos, CoIDH, el máximo organismo al que puede escalar un caso de violación grave de derechos humanos, cuando la impunidad en un país miembro de la Organización de los Estados Americanos, OEA, como lo es Chile, en este caso, no permite el acceso de las personas a la justicia. Dicha Corte emitió una sentencia justo en 2018 en contra de Chile y se pronunció a favor del derecho a la salud.

La sentencia cobró especial relevancia debido a que fue la primera vez que la CoIDH se pronunció en torno a este derecho. Su importancia radica en el contexto, y es que hubo un tiempo en el que se pretendía jerarquizar a los derechos humanos, pero afortunadamente esa idea de querer otorgarles categorías, dar mayor o menor relevancia a un derecho humano sobre otro, quedó atrás y hoy por hoy se reconoce que todos los derechos humanos tienen la misma importancia, que son interdependientes entre sí e indivisibles, es decir, que si se afecta uno, se perjudica a otro u otros derechos más. En el caso del señor Poblano Vilches se determinó que el Estado de Chile fue responsable internacionalmente por la falta de garantía a los derechos a la salud, vida, integridad personal, libertad, dignidad y acceso a la información.

Retomo este caso haciendo memoria al señor Antonio Vinicio Poblano Vilchis, y a la sentencia que lleva su nombre, porque todas las sentencias que emite la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ya sea en contra de Chile, México, o cualquier otro país miembro de la OEA, debieran servirnos como lecciones de lo que ya no puede repetirse en la región, incluso en el mundo, porque en cada sentencia, encontramos una historia de real y profundo sufrimiento de seres humanos.

La autora es especialista en Derechos Humanos, Democracia, Niñez y Política Pública.