Es un error no cometer errores

El autor es CEO MVP Consulting.

Desde pequeños nos enseñaron que cometer errores nos metería en problemas.

Incluso la educación escolarizada está sustentada en un modelo que lejos de premiar la experimentación, castiga el “error” y premia el acierto, aunque este sea por cuestiones distintas a la capacidad real de las personas para repetir dicho acierto en diversas condiciones.

El caso de las empresas es aún peor.

Por ello durante mucho tiempo he venido hablando de este problema, puesto que prácticamente todas las empresas latinas no tienen ni la más remota idea de cómo tratar con el error.

Esto provoca que, en lugar de desarrollar líderes, estén creando robots que tienen un miedo enorme a equivocarse para no proyectar falta de capacidad, de profesionalismo o compromiso para con su trabajo, llegando incluso a ponerlo en riesgo.

Y esto da como resultado que se tengan personas que más que buscar el desarrollo en sus áreas de trabajo, se concentren en cuidar su trinchera para no arriesgarse en nada que pueda evidenciarlos.

Para mí este es un tema de vital importancia que sin duda mejorará por completo la capacidad de las empresas latinas para enfrentar los retos de este nuevo mundo a través de la innovación y el desarrollo del talento que las personas que las integran tienen para salir de la rutina a la que ha sido sometidas.

Kathryn Shulz, periodista y autora estadounidense afirma en su importante artículo “The Pessimistic Meta — Induction from the History of Science” que la mayor parte de las teorías (ideas e hipótesis sobre algo) que tenemos son provisionales y potencialmente equivocadas.

Esto implica que debemos validarlas a través de la experimentación.

Una experimentación que nunca tendrá lugar si permitimos que el temor a equivocarnos nos impida darle vida.

Timo Hanay, director ejecutivo de Digital Science habla de la importancia del “experimento controlado” como un modelo de innovación y mejora, afirmando que es el mejor método para revelar verdades acerca de nuestro mundo y darles uso en cualquier área en la que tengan cabida.

Y sin duda alguna el entorno emprendedor y de negocios y la empresa misma representan una gran oportunidad de convertirse en laboratorios que fomenten el experimento controlado para validar o rechazar ideas que de otro modo jamás surgirán.

Debemos aceptar que el error incluso es parte indispensable del método científico, proceso a través del cual se presentará en forma repetida hasta encontrar la solución.

Pero esto implica dos cosas:

1. Pensar más allá del problema que se enfrenta y del día en cuestión y enfocarnos en las competencias de la empresa y la supervivencia de esta.

2. Empoderar a nuestros colaboradores para darles la libertad de pensar y experimentar en forma controlada generando así mejoras graduales en los modelos, procesos y productos.

Nada de esto será sencillo, pero sin duda alguna es una cuestión de vida o muerte para las empresas que aspiren a sobrevivir en un mundo en el que tendrán que reinventarse varias veces para seguir vigentes.

Te invito a reflexionar en torno a esto y a experimentar mucho más.

Te veo en la siguiente entrega.

El autor es CEO MVP Consulting.

Escritor de 8 Libros de Negocios.

Trainer y Speaker con clientes en Latinoamérica, España y Estados Unidos.