Sinergia: siempre hacerlo en equipo

El autor es Ingeniero en Sistemas electrónicos con maestrías en: Administración de Empresas y Administración de Instituciones Educativas

(PRIMERA PARTE)

Hace tiempo tuve el compromiso y honor de dar una plática a alumnos graduados de una distinguida universidad

privada. Al terminar, se me acercó uno de ellos y me comentó: “Soy Jorge X. Le agradezco su participación porque

además cuando mi hermano, que trabajó con usted, se enteró que estaría como invitado, me pidió que lo saludara, pero igualmente quiero decirle que corroboro lo que nos compartió, porque él siempre lo ha reconocido a usted por formar grupos que trabajan en equipo”.

Por supuesto que le agradecí lo que me dijo y además por haberme escuchado, pero también me vino a la mente ese joven para quien tuve el gusto de trabajar y quien se desempeñaba como un verdadero líder que sabía colaborar con todos sus compañeros.

Y corroboré que el que se logre trabajar en equipo depende más de los integrantes que del líder. Por supuesto, también el líder tiene mérito, pero definitivamente es más por la actitud de quienes lo ponen en práctica, porque con uno que no lo haga se rompe el trabajo colaborativo, además permea muy rápido lo negativo.

El contar con una actitud del “nosotros” y no del “yo” es cuando fomentamos y creamos un equipo verdadero, y no significa (como muchos creen) renunciar a las metas individuales ni sacrificar el crecimiento personal.

Lo que hacemos es centrarnos en proyectar un resultado mayor, de modo que incremente el éxito de todos los integrantes, y por consiguiente, el del líder. Independientemente de lo que un líder o una persona pueda lograr de

manera individual, un equipo siempre puede hacerlo mejor, más rápido y de forma eficiente.

Algunos líderes piensan que asumiendo una actitud de “nosotros”, en lugar de una actitud de “sólo yo”, terminan perdiendo su identidad e incluso sacrificando sus propios intereses. Pero por supuesto  que no es así, el líder debe agregar su experiencia y habilidades al esfuerzo del equipo, habilitándolo así para alcanzar las metas trazadas, e incluso ir a niveles más altos a los que jamás podría haberse llegado por cuenta propia.

Walt Disney lo explica de una manera magnífica, clara y sencilla, asegurando que los grandes proyectos y logros de cualquier persona siempre dependen o se han dado gracias a lo que hay atrás, considerando muchas manos, corazones y mentes.

El líder debe iniciar conociendo a su gente, sus habilidades y en todo momento forjar un trabajo colectivo, y motivarlos a adoptar una actitud de “nosotros”.

Actualmente tenemos la necesidad de contar con líderes que en  sus objetivos incluyan y comprometan a todos los integrantes para coordinarse buscando que cada uno perciba la importancia de su contribución y desarrollo personal, o de lo contrario, su motivación se apaga.

Considero que uno de los requerimientos primordiales para experimentar esa clase de filosofía es que cada colaborador debe pensar y trabajar siempre en equipo.

Cuando se logra que cada uno de los integrantes entienda que sus contribuciones, decisiones y acciones impactan  directamente en su crecimiento y el de todos sus compañeros en todo momento, querrá que el equipo triunfe.

Peter Senge, autor de “La Quinta Disciplina”, lo explica así “Cuando un equipo entra más en sincronía, armonía y motivación individual, hay menos energía desperdiciada generándose un contexto de propósito, una visión compartida, compañerismo y compromiso, entendiendo la importancia de complementar los esfuerzos de cada uno de los integrantes que los dirijan a los logros esperados”.

Definitivamente nos proporciona mejores resultados, y lograr más, el trabajar con base en nuestras diferencias y no tanto en nuestras similitudes. A todo esto, diferentes autores y líderes lo llaman sinergia definiéndolo como “El todo es más que la suma de sus partes”, yo lo definiría así: “Es cuando obtenemos más de manera conjunta, que si cada uno lo hiciéramos por separado”.

Existe una  analogía sobre un joven que tenía dos carretas y dos caballos, cada uno jalando una carreta; cada carreta llevaba 10 toneladas que trasladaba de un lado a otro. Un día un señor le preguntó -“joven, ¿sabes qué pasaría si juntas a los dos caballos en una carreta y cuánto cargarían?”, y el joven respondió -“claro, pues cargarían 20 toneladas”, entonces el señor lo invitó a que lo hiciera y la sorpresa vino cuando los dos caballos en una sola carreta llevaron 30 toneladas, es decir, juntos lograron cargar más en una carreta que cuando cada uno lo hacía por separado en dos carretas.

Eso es ¡sinergia y siempre hacerlo en equipo! La siguiente semana estaré cerrando el tema compartiendo seis puntos

que pueden considerarse para ponerlo en práctica.

¡Cuídate mucho y gracias por leer!

“100 miembros de equipo, organizados, siempre podrán derrotar a mil individuos desorganizados”

Sun Tzu

El autor es Ingeniero en Sistemas electrónicos con maestrías en: Administración de Empresas y Administración de Instituciones Educativas con acentuación en asuntos estudiantiles del Tec de Monterrey, donde también es catedrático además de emprendedor y coach.

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@linas_alex