El 8 y 9 de marzo para las no feministas

La autora es profesora de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Sonora Norte.

Hoy se conmemora el Día Internacional de la Mujer, fecha que nos recuerda la deuda histórica que se tiene para lograr la igualdad de género a nivel mundial. Reducir las desigualdades salariales, compartir las labores del hogar, lograr que las mujeres lleguen a los puestos de toma de decisiones en todos los sectores, son sólo algunos de los retos que enfrentamos como sociedad.

En relación al goce de derechos humanos, también existe una importante brecha, pues son niñas y mujeres quienes sufren mayormente la violación de estos principios. Sin duda, el derecho a la vida y la seguridad es el que en la actualidad representa un reto mayor, pues en México cada día 10 mujeres son asesinadas.

El 8 de marzo es entonces una fecha donde las mujeres salen a las calles a exigir a las autoridades y la sociedad, que se respeten sus derechos y se ofrezcan condiciones de igualdad en todos los ámbitos.

Este año además se está promoviendo el Paro Nacional de Mujeres, ejercicio que busca visibilizar las labores que las mujeres realizan para que los hogares, empresas y la sociedad funcionen.

Para muchas mujeres que no comulgan con la ideología feminista, puede ser difícil tomar la decisión de sumarse a las marchas y al paro. Sin embargo, creo que esto no es sólo algo que atañe a los colectivos feministas. Hoy, hago una invitación a las indecisas a sumarse  al paro, a reflexionar acerca de la forma en que vivimos las mujeres.

Hemos tenido que renunciar a los espacios públicos en ciertos horarios, porque nos resultan peligrosos; hemos normalizado el caminar con miedo por las calles; aprendimos a preocuparnos cuando una de nuestras hijas no regresa a casa en el horario acordado; renunciamos a vestirnos como nos gusta, para hacerlo de la forma que sea menos peligroso.

En el ámbito laboral nos acostumbramos a ganar 30% menos que los hombres; en el área escolar dejamos que las niñas cuenten con menos acceso a la educación e incluso permitimos que se juzgue a aquéllas que deciden emprender su carrera en ciertas áreas del saber que se reservaron a los hombres; sufrimos servicios de salud que te cuestionan por ser mujer y que te obligan a

sufrir de violencia obstétrica.

En el ámbito familiar 40.1% de las mujeres ha sufrido algún tipo de violencia en su relación. Durante 2019 se registraron 976 feminicidios en México, es decir, 2.6 diarios en promedio. En la mayor parte de los feminicidios el responsable es su pareja.

Lo anterior son sólo algunas razones para siendo feminista o no, decidas sumarte a las actividades que se desarrollan en el marco de este día. Al final de cuentas, sin importar la ideología de género que tengamos, si no hacemos algo, nuestro trabajo y presencia en este país seguirá siendo infravalorado.

Un día sin mujeres es la invitación para que amigos, familiares, conocidos y desconocidos, sepan que sucedería si no regresamos más. No sólo se trata de dar voz a las que no están, se trata de que se escuche la voz de las que seguimos aquí, viviendo con miedo.

El 9 es también un día para que nosotras reflexionemos que mañana podríamos ser parte de la estadística. Voy a marchar hoy y voy a parar el 9 porque no quiero ser una de esas 10 que no regresan a casa, ¿Y tú? ¿Vas a sumarte?

La autora es profesora de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Sonora Norte. Directora de la Agrupación George Papanicolaou Hermosillo.

@PaulaTakashima

paulatakashimaaguilar@gmail.com