Empresas e instituciones en el 9 de marzo

La autora es profesora de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Sonora Norte y Directora de Agrupación George Papanicolaou Hermosillo.

El 9 ninguna se mueve” es la frase que abandera el paro nacional de mujeres, el cual se realizará en el marco del Día de la Mujer con el objetivo de hacer un reclamo enérgico a las autoridades y la sociedad en general para que detengan la creciente ola de violencia en contra de niñas y mujeres.

Aunque parece una medida bastante drástica, basta mencionar que diariamente en México se cometen 10 feminicidios, además de que al menos 6 de cada 10 mujeres mexicanas ha enfrentado un incidente de violencia y 41.3% han sido víctimas de violencia sexual.

Las cifras anteriores son las que han dado origen al paro nacional del 9 de marzo, aunque para muchos eso no justifique el detener el economía y el funcionamiento de los hogares. Tal parece que el hecho de que estén atacando al sector que representa el 50% de la sociedad, no amerita un evento de esta magnitud.

En el caso del sector empresarial, hemos visto cómo los diversos gremios han manifestado apoyar el paro nacional, incluso muchas empresas han hecho públicos sus comunicados diciendo que “las colaboradoras que decidan sumarse al paro contarán con todo el respaldo y respeto de su institución”. Algo estamos haciendo mal, pues en algún punto las empresas empezaron a pensar que necesitamos su permiso.

No, las mujeres no estamos pidiendo permiso, pero parece que la cultura machista en México los ha llevado a pensar que seguimos necesitando aprobación. Es curioso ver cómo el sector empresarial e incluso el sector educativo se han sumado al paro, pero no son capaces de atender las demandas de igualdad que por años han hecho las mujeres que forman parte de su fuerza laboral.

Si realmente como instituciones están preocupadas por niñas y mujeres, debemos empezar por cerrar las brechas salariales y reducir los techos de cristal. Ser mujer en México significa percibir un ingreso 23% menor y trabajar 35 días más para igualar el salario de un hombre.

En relación a los techos de cristal, que son las normas no escritas al interior de las organizaciones que dificulta que las mujeres tengan acceso a los puestos de alta dirección, se puede mencionar que según estudio de la UNAM, sólo el 3% de las 500 mejores empresas para trabajar en México son dirigidas por mujeres; y de las 50 más poderosas, sólo 7 son ejecutivas en alguna compañía.

Adicional a esto falta que empresas e instituciones contribuyan también a equilibrar el trabajo de los hogares con la posibilidad de horarios flexibles y licencias de paternidad más extensas. Así mismo, la posibilidad de generar un ecosistema donde se dé valor al trabajo de las mujeres.

Hacer una publicación en redes donde se “apoye” el paro, no es suficiente para cubrir la deuda que tienen las instituciones educativas, empresas y sociedad en general, en la construcción de una sociedad más igualitaria.

 

La autora es profesora de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Sonora Norte y Directora de Agrupación George Papanicolaou Hermosillo.

@PaulaTakashima