Hoy no es de liderazgo. Amistades para toda la vida

El tema de hoy no tendrá relación con liderazgo, claro, no por eso es menos importante, tratará sobre amistad, refiriéndome a la verdadera, sincera, confiable e incondicional.

He tenido la gran oportunidad de vivir en diferentes ciudades donde he enfrentado múltiples retos laborales, pero lo que más valoro de cada cambio son los colegas para los que he tenido el honor de trabajar, las personas que he conocido, y que nos hacen la adaptación más sencilla, además se convierten en grandes amigos.

Recuerdo cuando un exjefe nos solicitó a todo el personal del área deportiva una junta extraordinaria para compartir la noticia de que un servidor dejaría de trabajar con el equipo por una oportunidad de crecimiento laboral y que sería en la misma institución, pero en otro campus.

Tengo muy presente sus palabras que fueron, y siguen siendo, significativas para mí, transmitiéndome un gran cariño al observar algunas lágrimas en sus ojos y créanme no era algo común en él manifestar su emocionalidad.

Con él inicié mi carrera laboral dentro de una institución educativa, donde durante siete años fue un excelente jefe del que he aprendido mucho y hoy es de mis mejores, además cercanos amigos.

De cada palabra que mencionó en ese momento definitivamente me quedó cuando cerró con “…un amigo cercano, te voy a extrañar y te deseo éxito”.

Pocas ocasiones he percibido esa sinceridad que me comprometió en lealtad, agradecimiento, admiración y cariño hacia él. Algunas veces los cambios implican enfrentar momentos difíciles que van desde estar lejos de la familia, socializar con gente nueva, renunciar a algo o simplemente no tener certeza de lo que viene, pero definitivamente en esos momentos que le llamo “especiales” es cuando nos sentimos orgullosos de contar con queridos amigos que están ahí físicamente o incluso lejos.

Definitivamente de todos estos movimientos me siento satisfecho por las experiencias laborales y aprendizajes personales, pero de lo que me siento más afortunado es de tener la gratificación , en diferentes lugares, de convivir y encontrar personas cercanas que hacen que la vida tenga momentos de aprendizaje, diversión, pláticas interesantes y compartir gustos en común.

De quienes actualmente considero como mis amigos para toda la vida he validado estas características en común, que a continuación te comparto:

1) Te aceptan y los aceptas, sin importar religión, gustos, habilidades, y en todo momento, puedes ser tú mismo.

2) Platicas con ellos en un alto nivel de apertura, que tanto lo bueno como lo malo de alguna manera te lo hacen ver, no para que te sientas mal, sino para que tomes decisiones.

3) Comparten momentos agradables, solos o en familia, e incluso viajes.

4) Después de un largo tiempo de no verse, nos reunimos y parece que todo es igual y poco ha cambiado.

5) Bromean y se ríen constantemente.

6) Están todo el tiempo para cuando los necesites.

Cuando reconozcas e identifiques estas características en un amigo cercano (deben ser todas juntas) no dudes en confiar y crecer la relación porque seguro se convertirá en alguien importante, así como querido dentro de tu vida social.

Actualmente el confiar y abrirse con alguien parece que es difícil, pero realmente no lo es, sólo es entender y tener presente que en algún momento los caminos pueden ser diferentes o se presentarán situaciones complicadas, que por lo general son de índole personal, y ahí finalmente validarás y definirás si es un amigo para toda la vida.

En Japón existe un modelo conocido como “Ikigai” (sentido de vida) que valora la amistad como una herramienta indispensable para que alcancemos satisfacción vital y dicha, incluyéndola como parte de la longevidad.

No decidí escribir sobre el tema porque este mes es denominado del “Amor y la amistad”, aunque también corresponde, sino porque la semana pasada mi esposa ante una decisión familiar que implicaba renunciar temporalmente a algo que nos encanta hacer, recibió de amigas un gesto formidable que sin duda marcará nuestra vida.

Y más que el apoyo brindado y gran detalle, les agradecemos el que estén en esos momentos y lo hayan hecho de una manera que nos llenó de cariño, que sin duda, nos movió emocionalmente (¡claro que lloramos!), nos hizo sentir queridos y significativos, lo cual es maravilloso.

¡Hoy de corazón confirmamos que su amistad ha trascendido en nosotros, es incondicional y es para toda la vida, e igualmente nos comprometemos a que estaremos ahí por siempre para ustedes!

Estoy seguro de que esta historia te puede sonar similar, así que siempre ten presente la amistad como algo importante y de las mejores cosas que te pueden pasar en la vida; a ellos, que de seguro ya sabes quiénes son, no dejes de cuidarlos, demostrarles el cariño, la lealtad y cercanía en todo momento.

Ah, y me voy a contradecir, al inicio indicaba que el tema en esta ocasión no tenía que ver con liderazgo, pero realmente me parece que sí.

Soy un convencido de que un liderazgo bien dirigido y enfocado en las personas, suceda en el trabajo, en el deporte, en la escuela o en cualquier ámbito social, además de ayudar a lograr los objetivos laborales, también genera identidad en las personas creciendo mutuamente, lo que da como resultado ¡amistades para toda la vida!

“La amistad, acompañada de sinceridad y amor, hace que la vida valga la pena…”

Coach K

El autor es Ingeniero en Sistemas Electrónicos con dos maestrías, en Administración de Empresas y Administración de Instituciones Educativas, con acentuación en asuntos estudiantiles del Tec de Monterrey, donde también es catedrático además de emprendedor y coach.

Alexlinasdiaz@gmail.com

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