El amor más puro

El autor es nutriólogo, escritor literario, asesor y capacitador.

El amor es un sentimiento que hasta el día de hoy no se puede explicar, no hay una definición exacta y precisa, cada uno lo ve y lo vive a su manera de ser y pensar, pero podemos darnos una ligera idea de lo que es y cómo vivirlo.

Nunca he sabido explicarlo como tal, pero el amor es una energía que se da, que se comparte, no es un acuerdo de dar y recibir, simplemente se da, es procurar la libertad y felicidad de los demás, no eres responsable, pero puedes procurarla, aunque a veces ni siquiera te incluya, por que amar a alguien es un acto de valentía.

Lo que sí podemos, es darnos una idea, de cuál es el amor más puro que existe. Cuando nace un hijo creemos que es el amor más puro, incluso siempre lo decimos “el amor más grande que tengo es por mis hijos y daría todo por ellos”, y sí, en teoría, los hijos son un amor grandísimo. El detalle es que muchas veces nosotros estamos vacíos, no sabemos amarnos a nosotros mismos, no hay el autoestima y autoaceptación. Entonces cuando tienes un hijo en realidad te estas viendo a ti, te reflejas a ti mismo, porque estás viendo tu sangre, tu ADN, tu logro, tu creación, porque si no tuviera tu sangre y fuera de alguien más, ¿por qué lo amaría? Desde niños nos enseñan a querer sólo a aquellas personas que comparten nuestra misma sangre o apellido, el verdadero amor y sacrificio es amar a los que no comparten un grupo consanguíneo contigo.

En resumen, el amor más puro es la autoestima, el aceptarse uno mismo, el ver hacia adentro y saber quién eres; aceptar que tenemos una parte negativa, un lado oscuro que no queremos que nadie vea porque tenemos miedo de alejar a las personas, aceptar que tenemos un loco adentro, un niño, un psicópata. Lo que pasa es que estamos lo suficientemente despiertos y conscientes como para no sacar eso de nosotros, pero sobre todo amarnos es, aceptar que tenemos todo eso y podemos trabajarlo día a día para ser una mejor persona.

Por otro lado, el hijo es el reflejo más grande del amor, porque te estás viendo a ti, te responsabilizas por él, lo cuidas y lo guías a tu manera de ser padre para que se convierta en lo mejor que se pueda.

El día que tengas esa paz, que sepas quién eres, que te ames, que sepas qué haces aquí, que sepas amar a los demás y compartir lo mejor de ti… el mundo será tuyo.

El autor es nutriólogo, escritor literario, asesor y capacitador.