Meme, luego existo

La palabra meme hace referencia a ideas, comportamientos o estilos que se extienden culturalmente entre personas. Fue acuñada por Richard Dawkings en su libro “El gen egoísta”.

(1976) Sí, leíste bien, 1976, esto quiere decir que los memes no son un concepto acuñado y creado por completo en las redes sociales, son al final de cuentas, un grupo de símbolos que todos somos capaces de entender, por lo cual es necesario tener alguna referencia que logre identificación en uno o varios grupos de personas, y es ahí donde radica su viralidad, entre más personas identifiquemos emociones, situaciones, personas o momentos en una de estas imágenes o video, lo compartiremos alcanzando así el meme a más personas y creando en muchas de ellas, una obsesión por compartir, opinar y publicar.

Pero ¿por qué es importante hablar de esto?

Primero quiero contarles de una práctica de la que se habla siempre en épocas de “huracanes políticos”:

Los bots o simplemente las cuentas a las que se les paga o se crean para generar conversación sobre un tema y subirla a los Trend Topics es decir, aquellos temas de los que la gente habla, haciendo que cierta información u opinión sea captada por los usuarios.

La industria de la generación de bots a nivel mundial, representa un parámetro económico importante dentro del mundo del Social Media, han influido en resultados electorales y en favorecer políticas sociales y económicas, en naciones del tercer mundo, principalmente.

Esta estrategia está más que demostrada que es poco (por no decir absolutamente nada) funcional; al final del día, termina siendo sólo una estrategia para que un departamento de Comunicación enseñe a su jefe números inflados y falsos; cantidad, pero no calidad.

En síntesis, es un vehículo que, a muchos, únicamente les sirve para justificar su sueldo y posición.

El meme, por otro lado, es una métrica muy clara de una conversación relevante que está sucediendo en Internet.

Una noticia que no deriva en uno o varios memes, se considera que no es importante para el usuario promedio, ése que no trabaja en un medio de comunicación, aquel que no es político en activo o que forma parte de la burocracia comprometida, o que no pertenece a esos círculos de opinión con cierto grado de influencia social.

Esta métrica puede ayudarnos a medir qué temas le interesan a la gente, qué tópicos los distraen de la realidad, o simple y sencillamente qué información consideramos relevante, desde la postura de los propios usuarios.

Aquellas noticias, temas y situaciones que no tengan memes o haters, están pasando desapercibidas por el mundo y representan un cúmulo de esfuerzo sin sentido, además de horas y recursos económicos, que simplemente se desvanecen. Primero el meme y luego existes.

El autor es director de marketing Digital en Sherpa Estudio.