Cambio climático y estabilidad financiera

El autor es ingeniero bioquímico con especialidad en Ciencias Marinas Alimentarias por el Tec de Monterrey.

A finales del año pasado, el Banco de la Reserva de Australia (RBA), emitió una seria advertencia: el cambio climático está exponiendo a las instituciones financieras y al sistema financiero en general a riesgos que aumentarán con el tiempo si no se toman medidas.

Según el reporte, las aseguradoras son las más expuestas directamente a los impactos físicos del cambio climático.

Las reclamaciones de seguros ajustadas por inflación para desastres naturales en esta década, son más del doble de lo que fueron en los 10 años anteriores.

Un aumento en la frecuencia y gravedad de los desastres naturales aumentará la incidencia de daños o destrucción de los activos físicos que están asegurados o utilizados como garantía.

“Los activos que están expuestos a un riesgo físico creciente, como las propiedades ubicadas en áreas costeras o propensas a incendios forestales, podrían disminuir su valor, particularmente si estos riesgos se vuelven no asegurables”.

“El cambio climático también podría reducir ciertos tipos de ingresos comerciales que se utilizan para prestar servicios. Los ejemplos incluyen cambios en los patrones de lluvia que resultan en ingresos más bajos o menos predecibles de la agricultura, tormentas más frecuentes que interrumpen las cadenas de suministro y, por lo tanto, las ventas, y daños a los activos naturales que reducen los ingresos del turismo”.

Según el reporte, los bancos y otras instituciones de crédito también están expuestos a riesgos físicos porque el cambio climático puede provocar una disminución en el ingreso o el valor de la garantía contra la que están prestando.

Las instituciones financieras que están expuestas a industrias intensivas en carbono, como la generación de energía y la minería, o a empresas intensivas en energía, también estarán expuestas al riesgo de transición.

El riesgo de transición será mayor para los bancos que otorgan préstamos a empresas en industrias intensivas en carbono y para individuos o negocios que dependen de estas empresas.

“Otras instituciones financieras que invierten en industrias intensivas en carbono, como los fondos de jubilación y de inversión, también están expuestas al riesgo de que el cambio climático disminuya el valor de sus inversiones. Esto podría ocurrir tanto a través de inversiones directas en industrias intensivas en carbono como de inversiones indirectas en bancos que otorgan préstamos a estas industrias”.

El banco advirtió que las instituciones financieras también enfrentan daños a la reputación si se ve que contribuyen al cambio climático o no manejan los riesgos climáticos.

“El cambio climático podría surgir como un riesgo para la estabilidad financiera si no se maneja adecuadamente o si el tamaño de las pérdidas relacionadas con el clima aumenta materialmente”.

“El aumento de las pérdidas relacionadas con el clima también podría erosionar la confianza en una institución o el sistema financiero, lo que llevaría a la retirada de fondos. Esto sería más probable si los impactos físicos del cambio climático son más severos u ocurren antes de lo previsto actualmente, o si la transición a una economía baja en carbono ocurre de manera disruptiva y costosa”.

No cabe duda, el cambio climático perturba a todo y todo perturba al cambio climático.

El autor es ingeniero bioquímico con especialidad en Ciencias Marinas Alimentarias por el Tec de Monterrey.

gmontanop@yahoo.com