A que no te animas: No te falta habilidad, te faltan motivos

El autor es escritor, capacitador, conferencista y Life Coach en SB3.

Imagina que hay un camino muy estrecho, una banqueta, de 30 metros de largo y 1 metro de ancho, ¿podrías caminar a través de ella, aunque no tuviera protecciones? Pan comido, ¿verdad? Cualquier persona puede caminar e incluso correr por ahí sin problema y sin necesidad de protecciones, ya que es bastante ancha.

Ahora imagina que un camino de las mismas dimensiones se encuentra a una altura de 50 metros, ¿te atreverías a caminarlo? Lo más seguro es que no. Pero vamos a suponer que sí, ¿lo harías con la misma confianza que en el camino que estaba en el suelo? Difícilmente alguien podría dar dos pasos sin temblar, y probablemente mucha gente caería, a pesar de que tiene la misma anchura que la banqueta del primer caso.

¿Por qué si estuviera en el suelo nadie caería y en alto sí? Simplemente porque en el suelo imaginamos que es fácil avanzar por ahí, y en lo alto imaginamos que no podemos. Uno puede avanzar igual, pero imagina que no puede y queda en la imposibilidad absoluta de hacerlo, porque lo que la mente cree, afecta nuestro comportamiento.

Físicamente es posible hacerlo con la misma facilidad, pero mentalmente nos saboteamos.

Ahora te pregunto, ¿cuántos pasos a ‘mayor altura’ has dejado de dar y te tienen estancado(a) en diferentes áreas de tu vida, y que en el nivel en el que te encuentras serías físicamente capaz de darlos?

NOTA: La ‘altura’ es una metáfora de todo aquello que nos intimida (personas, situaciones, oportunidades, etcétera). Recuerda que, si puedes hacerlo en lo ‘bajo’, puedes hacerlo igual en lo ‘alto’, con sólo enfrentar ese bloqueo mental. En mi nota Algo me limita, pero no sé qué, te compartí un ejercicio para que puedas desbloquear tu mente, y de hecho moldearla a tu conveniencia.

Por cierto, para finalizar esta nota, imagina que dos edificios están conectados por un puente que es idéntico a ese camino que está a 50 metros de altura. En uno de los edificios te encuentras tú, y en el otro se encuentra tu hijo(a), quién se encuentra en peligro porque su edificio se está incendiando, y no se atreve a cruzar el puente, se paralizó por el miedo. ¿Lo cruzarías para rescatar a tu hijo(a)? Estoy seguro de que sí lo harías, y sin pensarlo, independientemente de que cuando te pregunté que si lo cruzarías en el caso anterior hayas dicho que no.

Esto sucede porque tu bloqueo no se debe a la falta de habilidad ni de valor. El bloqueo se debe a la falta de motivación verdaderamente importante para ti. ¿Qué pasaría si tuvieras motivos importantes y muy claros en cada área importante de tu vida? ¿A poco no serías capaz de hablar con esas personas que en estos momentos te intimidan, o de enfrentar esas situaciones que has dejado pasar, o de tomar esas oportunidades de una vez por todas?

El autor es escritor, capacitador, conferencista y Life Coach en SB3.

beltr0nes@hotmail.com

Facebook.com/SantiagoBeltrones3