Cigarro electrónico: ¿Moda que mata?

La autora es profesora de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Sonora Norte y Directora de Agrupación George Papanicolaou Hermosillo.

El uso del cigarro electrónico (también conocido como vapeador o vaporizador) se ha incrementado los últimos años, siendo la población joven la que resulta más vulnerable. El ‘vapeo’ o ‘juuiling’ se ha convertido en una moda en la que inician a una edad cada vez más temprana, en ocasiones desde los 13 años.

Los cigarrillos electrónicos ingresaron al mercado como una iniciativa para apoyar a la población que intentaba dejar de fumar tabaco, sin embargo, a la fecha no hay estudio que compruebe su efectividad, y en los casos que ha sido así, sólo se ha cambiado una adicción por otra.

Al inicio, se creía que el cigarro electrónico podía representar una opción más saludable. Sin embargo, con el paso del tiempo se ha descubierto que  no es así: El cigarro electrónico, al igual que el cigarro convencional, contiene nicotina, que es la sustancia que se encarga de generar adicción. De acuerdo con información de la UNAM Global, la nicotina es igual de adictiva que la cocaína y diez veces más adictiva que la heroína.

De manera adicional resulta preocupante la facilidad con la que se pueden comprar estos dispositivos, pues en la mayoría de los países gozan de una regulación mucho más laxa que el cigarro tradicional, aunado a que se comercializan de manera electrónica sin que se verifique la edad del comprador. Los menores de edad pueden adquirir este producto en México por un precio que ronda los 450 pesos.

El precio accesible, el diseño moderno y la variedad de sabores, es lo que hace este producto tan atractivo para los jóvenes. El cigarrillo electrónico puede lucir como un lápiz, pluma, memoria USB o incluso como un inhalador de asma, por lo que es difícil para los padres o tutores identificarlos.

Los sabores son tan variados que pueden adecuarse al gusto de cualquier joven: menta, chocolate, vainilla, fresa, entre otros miles de sabores, haciendo que su consumo sea tan agradable, que en la mayoría de los casos ni siquiera saben que están inhalando nicotina.

Existen estudios que demuestran que los jóvenes que inician en secundaria a utilizar este tipo de dispositivos, son más propensos al consumo de cigarrillos tradicionales, los cuales a su vez pueden ser la puerta de entrada para el uso de drogas y otras sustancias. Por ello, resulta preocupante el crecimiento en la venta de los vapeadores, pues ha pasado de 6 millones de dispositivos vendidos en 2011, a 35 millones en 2016; este dato fue emitido por la consultora Euromonitor, que también asegura que para 2021 existirá un total de 55 millones de vapeadores en todo el mundo, lo que nos habla del posicionamiento y aceptación que están teniendo entre las nuevas generaciones.

En relación a los efectos que puede tener el vapeo en la salud, resulta difícil definirlos, pues no se cuenta con décadas de estudio como lo es con los efectos del cigarro tradicional. Sin embargo, los primeros resultados arrojan que vapear puede generar enfermedades respiratorias, además de que contienen sustancias que pueden ser consideradas como cancerígenas. Así mismo, se ha asociado a neumonía de lípidos y se sabe que existe el riesgo de que el dispositivo explote por mal uso o mala calidad del producto (ya hay un par de casos documentados de explosión en boca y en la ropa en al que se traslada el dispositivo).

En 2019 hubo más de mil casos de enfermedades pulmonares vinculadas al vapeo y más de 30 muertes. Los centros para el control de enfermedades de la FDA aún investigan las causas. Los últimos hallazgos vinculan la mayoría de los casos del brote a cigarros electrónicos que contienen THC, pero también nicotina.

Según la FDA (Food and Drug Administration) existen reportes de cigarrillos electrónicos que han explotado y causado lesiones graves. Por lo general, las explosiones son causadas por baterías defectuosas o porque las baterías no se manejan como deberían, generando con esto un riesgo adicional a la salud.

El pasado 11 de septiembre de 2019, el Gobierno mexicano emitió una alerta a través de la Secretaría de Salud y el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, para que la población entienda el riesgo que representan los cigarros electrónicos por la posible adicción a la nicotina, los efectos irritantes en el pulmón y los riesgos de posible explosión por mal funcionamiento de baterías y calentamiento del dispositivo.

Si bien, aún faltan muchas cosas por clarificar en relación a los efectos del vapeo, la FDA y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han hecho un claro llamado a evitar esta práctica. Por ello,  es importante que los padres de familia estemos atentos al uso de estos dispositivos por parte de los adolescentes, y sobre todo que hablemos con nuestros hijos para que eviten esta nueva moda que está poniendo en riesgo su salud.

La autora es profesora de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Sonora Norte y Directora de Agrupación George Papanicolaou Hermosillo.

@PaulaTakashima.