¿Cómo es mi hijo?

La autora es coach escolar con técnicas de PNL. Especialista en mejorar las calificaciones y conductas escolares.

Les debo confesar que soy reservada, tal vez la etiqueta de solitaria me quede bien, la gente que me trata no lo pensaría, me desenvuelvo bien, mi marido diría que como pez en el agua, me transformo cuando doy una plática, un taller, no soy de muchas amigas y si se trata de elegir, elijo estar sola con mi familia; Carlos, mi esposo, es super sociable, le encanta conocer gente, dice él, ‘muy raro’, que son de las cosas más interesantes de este mundo ¿lo pueden creer?

Tuvimos que conocernos y trabajar en algunas cosas para encajar y funcionar, hoy en día después de 19 años y contando, la sociedad funciona bastante bien... creo que con los hijos es algo similar, es una relación de pareja: Mamá-Hijo o Papá-Hijo. Es cierto, como pareja debemos de trazar una línea de autoridad, pero eso no quita la relación personal.

Muchas mamás, digo mamás porque son las que más atiendo o al menos el 99% es el primer contacto, me comentan: “Es muy callado”, “es muy juguetón”, “no tiene amigos o tiene muy pocos”, “se distrae” o  “no socializa”, etc. Y si te comentara desde mi experiencia y bajo mi muy peculiar óptica, que eso es normal, pero muy normal.

Este punto es importante para mí, porque si empezamos a entender que esto es algo que es parte de mi hijo, de su esencia, entonces lo veríamos desde otra perspectiva, no como algo que tiene un dejo de malo, si no como algo como un punto de partida.

Vamos a pensar que tienes un hijo que es tímido, que le encanta dibujar o crear programas de cómputo o juegos, pero a ti te preocupa que no tiene amigos y no le gusta socializar, lo primero que te preguntaría ¿es feliz?, es decir, cuando está con su entorno, en su cuarto diseñando o dibujando, ¿está tranquilo, alegre? Creo que en este punto es que confundimos lo que a mí como mamá me hace o me haría feliz, con lo que él necesita o lo que necesita para desarrollarse.

Cuando llegan a mi oficina, lo primero que quiero saber del estudiante, es si es su personalidad o si vivió algo en el pasado que lo está limitando o bloqueando, si es alguna situación que se puede editar y entrenar con técnicas de Programación Neurolingüística para cambiar de manera consciente esa experiencia que lo hace actuar como lo hace y si no lo tuviera, entonces verificaría a través de leer su comunicación no verbal, si es su personalidad.

Pienso que en cualquier área de nuestra vida podríamos mejorar con una meta bien clara y medible, un plan de trabajo, entrenamiento y motivación.

Cuando me asocio con los papás, porque creo que no hay figura más emblemática que ellos, se logran cambios fantásticos; cuando en ese plan de trabajo están los papás, el hijo y una servidora, y en la mayoría de los casos, junto con los maestros y tutores, los cambios suceden y he tenido cambios fantásticos en mis chicos.

Si los tres hablamos el mismo idioma, hablo del maestro o tutor, papás y una servidora, el niño o joven entenderá muy claro el mensaje y no habrá ruso en la escuela e inglés en casa.

La autora es coach escolar con técnicas de PNL.

Especialista en mejorar las calificaciones y conductas escolares.

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