Este año será el bueno por ti y no por el color de tus calzones

La autora es chef y comunicadora.

Creo que por cultura los tres primeros meses del año siempre nos proponemos a hacer cosas diferentes, cambiar para mejorar, educarnos más, hacer ejercicio y así mil cosas que, claro, jamás cumplimos. Vemos gimnasios abarrotados con gente de todas las edades y bromeamos siempre con cumplir cada propósito, pero en realidad no los cumplimos jamás, son contadas las personas que hacen cambios verdaderos y créanme, esos no se hacen ni al finalizar el año, mucho menos al iniciarlo.

Los primeros meses estamos llenos de euforia, en lo particular me causa mucha gracia con qué facilidad bromeamos sobre el color de los calzones que usaremos el fin de año; es increíble que sí exista gente que le apueste el destino de sus vidas al color del calzón. Sospecho, entonces, que muchos andan ‘libres’ por la vida y créanme, eso ya comienza a darme miedo. Entre broma y broma, los calzones rojos, amarillos y blancos se agotan en las tiendas comerciales (bueno, por lo menos esos no serán tan ‘libres’) al iniciar el nuevo año.

Todos nosotros siempre pensamos de manera equívoca en que podemos cambiar el mundo y muchos andamos por la vida intentándolo y pues, claro, eso está medio complicado y se nos hace llamar locos, pero la vida está llena de locos.

Les voy a platicar una pequeña anécdota: hace mucho puse un anuncio en internet y decía así: “BUSCO GENTE LOCA QUE QUIERA HACER LA DIFERENCIA”, recibí muchas solicitudes de gente que verdaderamente se atreve a hacer la diferencia, ellos también sueñan con cambiar el mundo y creo que esa gente es quien verdaderamente hace la diferencia y cambia las cosas y no se rige por el color del calzón que usó en fin de año, esa gente me gusta.

¿A qué voy con todo esto? Bueno, los grandes cambios no son ni al final ni al inicio de año y en caso de suceder son muy muy contados; las grandes oportunidades para ser y hacer la diferencia son cada día con un propósito firme cada mañana, no debemos tener miedo a cambiar, eso es lo mejor que nos puede pasar, deberíamos de tener miedo a permanecer toda la vida en un mismo lugar, así que si en verdad vas a hacer un cambio en tu vida inicia cualquier día, no por tradición o por nadie más, debes hacerlo por ti, sal de tu zona de confort, atrévete a caminar hoy cinco pasos, mañana seis y así, cuando menos pienses, serás un atleta. Atrévete a leer un poema diario y cuando menos pienses ya habrás leído muchos libros, ¡los grandes cambios comienzan hoy!

Sé también que este año es diferente porque de manera casi implícita estamos en movimiento constante, tienes el poder de ser y hacer la diferencia en todo lo que decidas emprender; confía, prepárate y atrévete a hacer lo que siempre has soñado. El no estar todo el tiempo viendo las vidas ajenas ya es un buen cambio y los grandes cambios los eliges tú y no el color de los calzones.

La autora es chef y comunicadora.

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