Liderazgo: No temas empezar

El autor es Ingeniero en sistemas electrónicos con dos maestrías en administración de empresas y administración de instituciones educativas del Tec de Monterrey, donde también es catedrático.

¡Hola a tod@s¡ ¡De corazón espero hayan tenido una linda Navidad en compañía de sus seres queridos y estén iniciando muy bien este nuevo año 2020!La columna anterior me referí al tema Que no te detengan los límites , donde cerré compartiendo cinco puntos que propongo consideremos para alentarnos además arriesguemos iniciando a hacer y lograr cosas diferentes.Para que no queden tan generales en próximas columnas desglosaré cada uno de ellos, no sin antes recordarlos para que los tengamos presentes:
  • No temas empezar (la parte más difícil).
  • Atrévete a soñar en grande.
  • Utiliza el miedo como algo emocionante de lo que puede salir bien y no al revés.
  • Por supuesto que se vale fallar.
  • El único que te puede detener eres tú.

No temas empezar:

Siempre tendré presente, hace ya varios años, la primera vez que me senté y me preparé para poner mis pensamientos e iniciar un escrito. Esto fue después de terminar mi primera maestría cuando me solicitaron hacer un artículo sobre Liderazgo en el deporte universitario y respondí “claro, con gusto y no hay problema”. Por supuesto estaba emocionado, era en lo que en ese entonces trabajaba y me apasionaba, pero la sorpresa (y el nervio claro) llegó cuando me puse frente a la computadora e inicié. Bueno, en ese momento la verdad es que nunca pude empezar, lo que sucedió fue que me quedé observando el documento en blanco durante un largo rato, mientras se me ocurría qué escribir y obtener alguna motivación para comenzar. Me sentí un poco agobiado, esto por las muchas dudas que pasaban por mi mente: ¿Por dónde comienzo?, ¿Qué pasa si pongo algo equivocado?, ¿Qué resulta si no transmito lo que realmente quiero o pienso? Mi cabeza no dejaba de tener pensamientos negativos mientras mis manos continuaban sin avanzar y estaba detenido. Ahí fue cuando di una revisada al libro que marcó mi vida y aparecieron en mi mente conceptos acerca de la importancia de correr riesgos y no limitarme ante la duda, incertidumbre o miedo. Así que me animé a probar, arriesgándome a que no saliera perfecto la primera vez y entendiendo que siempre existe la posibilidad de equivocarnos, pero igual, podemos regresar, revisar, aceptar y por supuesto corregir. El primer párrafo no fue nada fácil, el segundo tampoco, pero poco a poco salió más fluido y así sucesivamente hasta que me di cuenta de que había terminado mi primer artículo. Por supuesto después de ello lo revisé no menos de 15 veces y cada ocasión hacía modificaciones, realmente no quedaba satisfecho y por el tiempo límite tuve que entregarlo. Al final cumplí, claro, por la inseguridad y estar preguntando a muchos amigos y colegas recibí observaciones de todo tipo que en varios momentos me hicieron dudar más, sin embargo, fue el inicio de algo que me encantó hacer, me distrae y me siento satisfecho por seguirlo intentando.Hasta la fecha ese primer artículo lo tengo presente y a la mano; actualmente lo leo, reviso y sigo modificando e incluso ampliando.Así comprendí que cualquier reto por más sencillo o difícil que nos parezca, y eso sin duda depende de cada uno de nosotros, debemos tener el valor de iniciar, quitarnos esas restricciones, aceptar que nos llegarán comentarios objetivos (buenos y malos), aprenderemos, corregiremos, seguiremos intentando y cada vez lo haremos mejor.Es por ello que en este primer punto quiero llegar a transmitirles que cualquier cosa que vale la pena hacer, vale la pena tener el valor de empezarla. Lo más difícil es tomar la decisión de atrevernos a comenzar (incluso más que el mismo resultado o lo que podamos lograr), para al menos no dejar de intentarlo y hacerlo sobre todo cuando nos aparecen varias dudas en la mente; créeme esas deben servir para ser el primer indicador y motivador de que vale la pena no limitarnos y enfrentarlas.Preguntémonos y hagamos la reflexión sobre ¿cuántas cosas importantes hemos dejado de hacer por miedo a fallar o porque la primera vez me fue mal, por creer que no podemos hacerlo o por darle importancia al qué van a decir de nosotros?Así que lo que queramos hacer, no temamos empezarlo, no dejemos pasar más tiempo y ¡hagámoslo Ya!Nos leemos la siguiente semana con el punto 2: Atrévete a soñar.

“Dentro de veinte años estarás más decepcionado por las cosas que no hiciste que por las que hiciste…”

-Mark Twain

 El autor es Ingeniero en sistemas electrónicos con dos maestrías en administración de empresas y administración de instituciones educativas con acentuación en asuntos estudiantiles del Tec de Monterrey, donde también es catedrático además de emprendedor y coach.alexlinasdiaz@gmail.com @linas_alex