Adolescencia y sus cambios

La autora es Licenciada en Psicología.

La adolescencia es el paso de la infancia a la edad adulta y es una fase más del desarrollo del ser humano, los cambios de esta etapa tienden a desorientar y confundir al adolescente, al igual que a las personas que los crían.

Cuando tenemos adolescentes en casa se nos complica, en el rol de papá o mamá, cómo tratarlos, sobre todo hoy en día que es todo un reto poder estar presente con ellos, primero porque estamos viviendo cambios en la familia, donde lo más común es que la mayoría de las madres trabajan fuera de casa.

Segundo, por lo difícil que significa que logren dejar sus celulares a un lado y les pongan atención, sin embargo, es importante darles tiempo de calidad y ver qué están haciendo nuestros jóvenes, lograr entablar conversaciones con ellos y darnos cuenta de cuáles son sus necesidades presentes.

En esta etapa de cambio surgen muchas dudas, tanto para los jóvenes como para los padres, ya que para ellos es dejar atrás una niñez que en su momento les permitía muchos privilegios y de repente todo empieza a cambiar.

El adolescente está luchando por crear su propia identidad, está adaptándose a los cambios de su cuerpo, a una nueva sexualidad, relacionándose con el sexo opuesto y tal vez a una elección de pareja; también está buscando un estilo de vida propio, así como buscar su dependencia-autonomía.

Como adultos responsables de su educación y crecimiento, necesitamos guiarlos en valores y en la manera en la que pueden lograr ser independientes. Protegerlos de diversas situaciones que se les pueden presentar, sobre todo en cuestiones de drogas o alcohol, que es lo primero que les ofrecen en la calle, es importante informales acerca de esta situación y prever para que, dado el caso, logren decir “no” a distintos vicios.

Estar al pendiente de lo que pasa en la escuela, aunque ya son más “grandes”, es importante ir de vez en cuando a informarnos qué están haciendo o qué está pasando. También, seguir fortaleciendo sus valores, sin falsos sermones u horas de pláticas, sino de una manera amena, sin regaños, sino buscando empatizar con ellos para lograr un mejor entendimiento, en su “idioma”, para que ellos no pongan barreras en la comunicación.

Es importante mencionar que, como madre o padre, no eres amigo de tus hijos, puedes llevar una excelente relación, pero no tienes que contarle todo lo que te pasa y no esperes o fuerces que ellos lo hagan. El respeto a sus cosas es importante, no tomar su celular o andar revisando todo, al menos que tuvieras alguna sospecha de alguna situación preocupante o de riesgo, ahí sí, como padre tendrás que tomar cartas en el asunto o pedir ayuda.

Algunos jóvenes ya no quieren convivir con la familia, pero es importante negociar con ellos y que se pueda lograr la convivencia para que ellos tengan recuerdos importantes para un futuro.

Es fundamental ejercer la autoridad sin caer en la hostilidad, porque los límites son fundamentales, esto les da seguridad a nuestros jóvenes y permite crear más adelante sus propios límites.

Una de las problemáticas más comunes son los hijos tiranos; esta situación se viene dando en esta generación, porque los padres les han dado todo a los hijos y hasta más de lo que necesitan, lo cual ha creado en ellos poca tolerancia a la frustración y han dejado de luchar por lo que quieren, pues al final saben que los padres les darán todo.

Estamos ante generaciones que no se entretienen con nada, porque como todo es tan inmediato en las redes, no saben esperar y este es de los grandes retos como padres, enseñarles a realmente luchar por su futuro y que ellos logren su felicidad en diferentes ámbitos, no sólo en el Internet o videojuegos.

La autora es Gladys Díaz, licenciada en Psicología.

psic.gladys12@gmail.com