Las estrategias de las llamadas ‘fake news’

Director de Marketing Digital para Sherpa Estudio.

Mientras navegamos por Facebook e Instagram nos topamos con una cantidad de información enorme, desde una foto de un platillo que algún amigo está a punto de degustar, hasta la más reciente declaración del Presidente, nuestras redes sociales se han vuelto nuestro “feed” personal de todo tipo de información.

Esta característica ha sido aprovechada de manera magistral por estrategas políticos, plataformas amarillistas y otros, a través de varias estrategias de fake news y también el llamado click bait, siendo este último, un método que puede llegar a ser riesgoso para el usuario.

Pero ¿cómo funcionan estas técnicas?

El click bait se basa en compartir links o ligas a sitios externos a cualquier plataforma donde se nos indica que hay una supuesta noticia escandalosa, terriblemente trágica o absolutamente increíble, haciéndonos compartirla de inmediato sin haber leído la información, o bien entrando a su sitio, lo que contribuye al aumento de su tráfico y en algunas ocasiones registrando nuestros datos para acceder a la nota.

El click bait trae como consecuencia, una de las principales fuentes de desinformación que existen y usualmente se extienden a nuestros chats de whatsapp, hasta llegar a las conversaciones de sobremesa, permitiendo que esta información falsa, exagerada o tendenciosa influya tanto en nuestra opinión e igualmente en la toma de decisiones.

¿Cómo podemos evitar caer en este tipo de provocaciones?

Lo primero es buscar la confirmación de la nota en otros medios; para ello basta con generar una búsqueda en Google o en el buscador de nuestra preferencia, hay que capturar el título, fuente y el tipo de información que comparte.

Otro dato que como usuarios podemos pasar por alto, es la verificación de la fecha en la que ese contenido se creó, y que verdaderamente sea actual y, sobre todo, relevante.

Una recomendación importante que siempre hago a mis clientes que son usuarios asiduos de las redes sociales y servicios de mensajería, es que eviten el reenvío innecesario de textos en whatsapp, que tienen como fin, provocar situaciones de terrorismo, pánico o información incorrecta sobre uno o varios hechos; lo anterior pone en entredicho nuestra credibilidad personal o profesional.

Tomar un par de minutos para corroborar la información y reflexionar sobre si es necesario compartirla, puede marcar la gran diferencia y abona a que seamos más sensatos como usuarios.

El hecho que nuestro compadre, amigo, hijo, tío, abuelo o pareja, nos haga llegar cierta o tal información, no significa que tenemos la obligación de compartirla o propagarla al instante.

La cautela sobre el origen y propósito de los contenidos es una disciplina que paso a paso debemos desarrollar para lograr un sentido de responsabilidad total al usar las redes sociales.

Por otro lado, las plataformas han invertido gran cantidad de tiempo y recursos financieros para poder hacer frente a las noticias falsas o fake news.

Las estrategias han sido distintas en niveles de control y se ha tenido que hacer un trabajo de reingeniería, que más allá del desarrollo, tiene como fin poder evangelizar a los usuarios y consolidar una nueva forma de consumo de contenidos, con el fin de poder tener productos informativos o de cualquier tema, dentro de un marco de ética.

A final de cuentas, la responsabilidad es un balón que está del lado del usuario y que no se debe subestimar en ningún sentido.