Cuidar a la gente para quien trabajo

Cambiemos la idea del líder lejano a sus colaboradores...

Un gran aprendizaje al iniciar mi carrera laboral fue cuando mi jefe repentinamente llegó a la oficina, haciéndome reflexionar qué pendiente le debía y tuvo que pedírmelo directamente. Primero me preocupó, principalmente por lo inesperado, que llegara a mi espacio de trabajo sin avisarme, la sorpresa llegó cuando se sentó y me preguntó: ¿Cómo estás? Lo primero que contesté era del trabajo, avances, resultados, entre otros, pero de repente me interrumpió e insistió: No, ¿cómo estás tú? Ahí conocí al jefe (la persona) que se preocupa, cuida y trabaja para su gente (los subordinados), no sólo por su desempeño laboral, sino por su vida y bienestar.

No sólo me visitó, también escuchó, sentí confianza al estar hablando con él, en ningún momento me interrumpió, al final me agradeció e incluso se comprometió a apoyarme en un caso personal, siempre estuvo al pendiente.

Entendí que este nivel de preocupación y atención por la gente era una verdadera forma de demostrar el interés por hacer lo posible para que los colaboradores se sientan apreciados, apoyados y principalmente motivados, para incluirse como una parte importante en un equipo de trabajo que a corto o mediano plazo llevarían a lograr compromiso en el trabajo.

Cambiemos la idea del líder lejano a sus colaboradores, egoístas para involucrarse y que sólo exige a toda costa en resultados.

Y la debemos cambiar por conseguir, con pequeños detalles como lo hizo mi exjefe en no más de 20 minutos, convertirlos en aliados cautivadores, que se concentren y realmente los conozcamos y de manera genuina nos interesemos por ellos.

Sin importar el nivel dentro de la empresa, si tienes una posición de liderazgo te invito a que tengas presente que la efectividad depende de la capacidad para dirigir los mejores esfuerzos de los colaboradores, pero también dedicar tiempo a cuidarlos, estar cerca, hacerles ver que son importantes, reconocer sus logros, hacerles ver sus áreas de oportunidad y que los resultados generales del área son parte de su desempeño, convirtiéndose en un esfuerzo de grupo que comprende a todas las personas de su empresa.

Me encanta estudiar, conocer sobre la capacitación y contratación basada en competencias, la cual se refiere a contar con el mejor personal y saber aprovecharlos.

Un líder debe tener la confianza y seguridad para contratar a personas que saben más que él, que tienen mejores habilidades que él y que realizan las tareas mejor que él.

Un líder efectivo no se siente amenazado por el conocimiento y el talento de las otras personas, sabe que su habilidad debe ser la coordinación, saber reunir a las personas y formar un equipo efectivo, por eso el reto es tener presente que entre más alto llegue, más dependerá de sus colaboradores para tener éxito así que será mejor que aprendamos a cuidarlos, apoyarlos, conocerlos y motivarlos Cierro aconsejando que las empresas deben asegurarse de que sus líderes inviertan tiempo en el personal, tanto en la especialidad laboral, como en el desarrollo humano, lo cual los motiva y compromete a fomentar una atmósfera de libre comunicación, imaginación y creatividad.

Con ello no sólo tendrán un lugar de trabajo más divertido, productivo y de confianza, sino que también contarán con numerosas ideas nuevas.

Suena fácil: ¡Sí, claro! Pero desafortunadamente es muy difícil de implementar porque en estos tiempos lo que más hemos descuidado son las relaciones personales, tanto en el trabajo como con los amigos e incluso en la familia, así que dediquemos tiempo a cuidarlos, concebir el liderazgo en términos de humildad, escucharlos, saludarlos, trabajar para la gente y no creerlo al revés, ¡eso es cuidar a la gente y proporcionarles la base que es la confianza!

Mtro. Alejandro Linas Díaz

alexlinasdiaz@gmail.com @linas_alex