La fuerza mental del deportista depende mucho de los padres

Campeón Nacional y Centroamericano de Natación en los 90’s. Entrenador actual de natación y crossfit.

A lo largo de los años el deporte ha avanzado mucho y sin duda la tecnología es gran parte de la razón.

Hablando del deportista en sí, el físico de hace 20, 30 y 50 años es muy diferente al físico de los deportistas de hoy en día.

Sin duda los deportistas de hoy tienen habilidades y capacidades físicas sorprendentes.

Estos cambios físicos y habilidades son para bien, pero hay algo que en lo personal, y hablando con entrenadores de diferentes deportes, no ha mejorado, de hecho vamos para atrás y eso es la fuerza mental.

Estamos haciendo deportistas fuertes físicamente y débiles mentalmente.

En mis tiempos el entrenador se preocupaba por entrenar a su deportista en dicho deporte.

Él se aseguraba que el deportista tuviera la preparación física necesaria para en el momento necesario diera los mejores resultados posibles.

La preocupación

Los resultados siempre se lograban haciendo equipo con los papás para, en conjunto, llevar a sus atletas hacia el triunfo.

Hoy en día el entrenador se tiene que preocupar por la fuerza mental de sus atletas.

El entrenador tiene que encontrar miles de formas diferentes de cómo dirigirse a su atleta y a sus padres.

Tiene que preocuparse no sólo de que su entrenamiento sea el correcto, que el atleta lo reciba y/o lo capte de una forma pasiva, tranquila, motivante, retadora, fácil, difícil y de muchas más formas diferentes que pueden cambiar de un atleta a otro.

A eso hay que agregarle que los padres estén de su lado. Antes el entrenador no se preocupaba tanto por eso.

Para él, el estar en su alberca, cancha, campo, etcétera, ya quería decir que sabías a lo que ibas y que mentalmente estabas listo.

No te daban opción para lo contrario y si no podías o no estabas listo las puertas estaban siempre abiertas para salir por ellas.

De igual forma el entrenador antes formaba equipo con los padres.

La inseguridad

Nunca se ponía un padre del lado del deportista, y si por alguna razón el padre no estaba de acuerdo con el entrenador pues se iba a hacer equipo con otro entrenador, pero nunca con el hijo.

El padre sólo estaba para buscar lo mejor para su hijo y apoyarlo en todo lo que hiciera.

Los padres hoy en día, sin darse cuenta, hacen que sus hijos sean más inseguros.

Constantemente los padres ponen pretextos por sus hijos para no hacer las cosas en el entrenamiento.

Está el ejemplo de castigarlos o quitarles el deporte por otras actividades.

El quitarle el deporte o permitirles faltar a sus hijos por otras actividades como tareas de escuela, estudios u otras cosas, les enseña a sus hijos que no son capaces de hacer 2 cosas a la vez.

No les están enseñando disciplina u organización, les están enseñando a sólo hacer una cosa a la vez, les enseñan a renunciar a algo siempre que las cosas se pongan un poco difíciles.

Los mejores deportistas normalmente son los mejores estudiantes, la disciplina que adquieren en el deporte la utilizarán en su vida diaria.

La fuerza mental de los niños viene de la casa.

Padres, apoyen a sus hijos y hagan de ellos deportistas fuertes en todos los aspectos.

Confíen y hagan equipo con su entrenador, juntos podrán llegar más lejos para el bien de sus hijos. Si por alguna razón no están de acuerdo con el entrenador, busquen hacer equipo con otro entrenador.

En busca de las oportunidades

Por ahí leí que era muy fácil encontrar carros amarillos si constantemente estás pensando en carros amarillos, es muy fácil encontrar oportunidades si constantemente estás pensando en oportunidades, es muy fácil encontrar razones para estar enojado si constantemente pensamos en estar enojados, uno se convierte en lo que constantemente está pensando, debemos tener cuidado.

Alimentemos a nuestros hijos de pensamientos de superación y no pretextos.

Nutrirlos de razones por las cuales cumplirán todas sus metas y no de razones posibles por las que fracasen.

Hablemos con ellos de los frutos de la disciplina, el sacrificio y el trabajo y no de las cosas que vienen fáciles.

Empezando desde la casa y aprovechando esas capacidades y habilidades físicas sorprendentes que tienen los deportistas hoy en día, no habrá límite para el atleta mexicano.