Árboles de Hermosillo protegidos por la ley

Por Luis Alan Navarro Navarro

El bosque urbano de Hermosillo se compone de toda la vegetación que se puede encontrar en la mancha urbana. Uno de sus elementos más importante son los árboles. Primeramente, sus dimensiones físicas los hace imposible de ignorar, son elementos duraderos del paisaje que brindan múltiples servicios ambientales: purificación del aire, belleza escénica, captura de polvos suspendidos, cortinas rompeviento, su follaje atrapa el agua de lluvia reduciendo los escurrimientos e inundaciones, y, por último, uno de los más apreciados en esta ciudad, su sombra y la sensación de frescura que proveen.

Durante primavera y verano, en los días de intenso calor, la sombra de los árboles es muy demandada por peatones o automovilistas que buscan estacionarse preferentemente bajo la protección de los rayos solares que éstos brindan. A pesar de esto, Hermosillo es una ciudad con pocos árboles. Estudios realizados por El Colegio de Sonora estimaron que en promedio la cubierta vegetal de la ciudad es del 12%, esto es, una manzana urbana tiene una décima parte cubierta con árboles, arbustos, etc., y el resto es suelo desnudo o superficie construida. Los parques públicos también poseen poca vegetación, en promedio 27% (rango del 0 al 68%), por ejemplo, el parque Madero está entre los que más árboles poseen; pero son muchos parques en los que predominan superficies de suelo desnudo o concreto, convirtiéndolos en lugares poco atractivos para ser visitados; curiosamente los campos deportivos con pasto sintético contribuyen a que los parques sean más una isla de calor que un sitio fresco y agradable.

El arbolado alineado a lo largo de las banquetas es escaso, investigaciones de El Colegio de Sonora revelaron que existe menos de un árbol por casa, esto es, más de la mitad de las banquetas (60%) tenían menos de 5 árboles por 100 metros lineales de acera. El espacio público disponible para los árboles es muy limitado (aunque hay un enorme potencial de espacios vacíos), en muchas colonias de la ciudad, las banquetas no están diseñadas para permitir el flujo peatonal y el crecimiento saludable de los arboles; más aún, existe la tendencia a transformar a doble garaje los jardines frontales de las viviendas, por lo que los árboles obstruyen la entrada/salida de vehículos.

En los medios de comunicación y redes sociales, la falta de árboles ha tomado importancia y se ha vuelto tema de discusión en los últimos meses, impulsada por la onda cálida sufrida alrededor del mundo, México y particularmente en Hermosillo a finales del mes de julio; recientemente, el tema volvió a los medios, cuando una empresa hotelera ubicada sobre el bulevar Eusebio F. Kino, decidió derribar algunos árboles nativos conocidos localmente como paloverdes, que estaban plantados en su banqueta frontal.

En México, el abrigo de protección de muchas leyes ambientales, particularmente la Ley Forestal, no aplica para el arbolado urbano. En mi experiencia, trabaje en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales en Hermosillo y, era común recibir llamadas de denuncia de derribo de árboles urbanos, no había sustento legal para, por ejemplo, turnar el caso a Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.

El caso de los paloverdes derribados por la empresa hotelera, se da en un contexto jurídico diferente. La Ley para la Protección, Conservación y Fomento del Árbol en las Zonas Urbanas del Estado de Sonora (2016), sí prohíbe el derribo (o poda excesiva) de árboles localizados en espacios públicos, como es el caso de las banquetas, incluso en propiedad privada (Art. 25). También, menciona en su Artículo 15 la obligación del ciudadano a denunciar actos de poda y derribo efectuados sin autorización.

La sociedad indignada ante una empresa hotelera, franquicia internacional, es perfectamente comprensible, nada mas no hay que olvidar que la Ley aplica para todos. Por último, en la medida que ésta se aplique, cada vez hará más falta su reglamento, asunto pendiente del ejecutivo estatal.

*Profesor-investigador en El Colegio de Sonora.

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