¿Consulta para qué?

¿Consulta para qué?

Si la consulta que no es ilegal -pero que no está en la Ley- va a definir el futuro de la obra transexenal de infraestructura más importante jamás realizada en décadas, la conclusión para los expertos es ya para qué poner sobre la mesa argumentos técnicos.

Javier Jiménez Espriú, el secretario nominado más placeado en las últimas semanas, también ya agotó su argumentación contra el NAIM. El Presidente electo ha resuelto que esa será la nueva manera de gobernar, con consultas, justifica ante quienes todavía piden explicaciones.
Y si se materializa la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, los financieros que estén asesorando a Jiménez Espriú tendrán que pasarle la factura a sus colegas de la Secretaría de Hacienda, los que comandará Carlos Urzúa.
El nuevo Gobierno podrá anotar en sus ahorros los 88 mil millones de pesos que todavía faltan para terminar la primera etapa, pero en el rubro de gastos no sólo tendrán que anotar 60 mil millones de pesos que ya están enterrados. Hay dos cargos más.
Como la obra no se puede detener por los contratos firmados, un costo adicional que puede alcanzar 40 mil millones de pesos corresponde a insumos que los contratistas ya encargaron.
Y otro más, el gasto que suponga la rehabilitación del terreno donde hasta ahora se ha erigido la obra, pues no se trataría de abandonarla así como así.
Del costo reputacional, mejor ni hablar.

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Avance en discordia
No se salga de la pista, porque vale agregar que en donde no terminan en ponerse de acuerdo las partes es en el porcentaje de avance físico que tiene el NAIM.
Ya el próximo Gobierno señaló que no es verdad que su avance sea de 31.5 por ciento, como dicen las autoridades de la Administración actual.
El propio AMLO corrigió a lo suyos cuando hace poco rectificó para ubicarlo en tan sólo un 20 por ciento.
Pero esta semana, Gerardo Ruiz Esparza, titular de la SCT, de plano reviró y mencionó que no es correcto especular sobre esto.
Sin darle vueltas al tema, expuso que lo mejor es apegarse a la metodología y que quien sí la tiene es Parsons.
La empresa gerente de proyecto explicó recientemente que el avance se publica de forma mensual para comunicar el estado del proyecto.
Su indicador, denominado avance global, está basado en una metodología que recoge prácticas internacionales y nacionales y considera los progresos a la fecha de corte de cada elemento del proyecto, presumió.
Bajo esta metodología, Ruiz Esparza aseguró que el avance físico de obra, hasta el momento, es de 31.8 por ciento y no dudó en hacer énfasis en que sólo la metodología tiene la última palabra, no los dichos.

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Hablando de bloqueos
Víctor Villalobos, nominado a la Secretaría de Agricultura, está tejiendo ya sus relaciones con el Frente Auténtico del Campo (FAC). ¿Será que quiere evitar más plantones?
Esa agrupación, muy dada a pedir dinero del erario a base de bloqueos en la Ciudad de México, tuvo esta semana su primer encuentro con Villalobos, y donde también estuvo Víctor Suárez Carrera, nominado como próximo subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria.
En el FAC figuran membretes como la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (Cioac); la Coalición de Organizaciones Democráticas Urbanas y Campesinas (Coduc), así como la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) y Movimiento Social por la Tierra.
Según lo que nos contaron, no hay todavía acuerdos puntuales, pero quieren ir abonando el camino.
El FAC no pide mucho. Tan solo que se reorienten las políticas públicas, que se atienda a pequeños productores con propiedades de hasta cinco hectáreas, elaboración de un padrón de productores confiable, así como que los recursos públicos les lleguen directamente, a tiempo y sin intermediarios. Nada más.

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Curva de aprendizaje
El pasado nueve de octubre la nueva Bolsa Institucional de Valores, que capitanea Santiago Urquiza, tuvo un fuerte tropiezo: sin justificación suspendió del mercado los títulos de las acciones de Homex.
Días después, la directora del centro bursátil, María Ariza, admitió que se trató de un error humano, que nada tuvo que ver con el sistema tecnológico que usa BIVA, provisto por la reconocida firma de tecnología financiera Nasdaq.
Según trascendió, lo ocurrido fue un error de interpretación que tuvo a Homex fuera de operación durante 20 minutos.
Es decir, uno de los operadores de BIVA tomó la decisión de suspender las acciones de Homex al interpretar de forma incorrecta la información sobre el comportamiento de la emisora.
Fue la inexperiencia, apuntan.

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Tom Sullivan
El capitán de Toyota en México analiza cómo se adaptarán las líneas de la armadora a los nuevos requerimientos en reglas de origen bajo el renovado T-MEC. Pero sigue en pie la construcción de su planta en Guanajuato, donde invertirán 700 millones de dólares e iniciará operaciones a finales de 2019.

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