Soñar en grande

Soñar en grande, escribe el Pbro. José Martínez Colín en #VivirEnCristiano.

1) PARA SABER

En diversos deportes de conjunto se puede observar la importancia de que cada jugador realice bien su función. El futbol americano es una muestra del trabajo en equipo, donde cada uno realiza una función propia. Y aunque sea un jugador el que anota y se lleva la ovación, ha sido gracias a la labor en conjunto que se logró. Un corredor anota gracias a muchos que le abrieron paso. Se observa la solidaridad entre todos. Para salir mejor de la crisis, que no sólo es sanitaria, sino también social, política y económica, el papa Francisco ha señalado que cada uno de nosotros está llamado a asumir su parte de responsabilidad. Se aplica el principio de subsidiariedad, consistente en no asumir el papel del otro, ni dejar fuera a nadie de su participación, respetando la capacidad de iniciativa de todos.

Todas las partes de un cuerpo son necesarias y, como dice San Pablo, esas partes que podrían parecer más débiles y menos importantes, en realidad son las más necesarias. Todos cuentan y contando con todos hay esperanza en un futuro más sano y justo.

2) PARA PENSAR

El pasado campeón de futbol americano fue el equipo de Kansas City, conocidos como los Chiefs. Un jugador de ese equipo que ganó el Super Bowl es Harrison Butker. Hace poco tuvo un encuentro con universitarios y les hizo una revelación personal: “Fuera de las luces brillantes del estadio, con los fanáticos y la notoriedad que conlleva ser un jugador de la NFL, el mayor impacto que haré con mi tiempo en esta tierra es permanecer dedicado a mi vocación principal: ayudar a mi familia a llegar al Cielo”.

Les hizo un llamado para que ellos también muestren con acciones cómo es una vida centrada en Cristo. Los invitó a no ceder a la presión social que lleva a otra dirección, sino ser la luz en el mundo cada vez más oscuro. La fe, continuó Butker, no es algo que se reserva a lo privado o para los domingos, sino para vivirla. Y contó cómo gracias al ejemplo de un compañero universitario con un profundo amor hacia Cristo, cuando estudiaba en Georgia Tech, le animó a ser más activo en su fe católica. Gracias a ese consejo reorientó su vida para centrarse en Dios. Así también cada uno puede influir positivamente en los demás. Es necesario traer a Cristo de regreso a nuestra vida diaria.

3) PARA VIVIR

Durante el confinamiento, decía el Papa, nació de forma espontánea el gesto del aplauso para los médicos y los enfermeros y las enfermeras como signo de aliento y de esperanza. Muchos han arriesgado la vida y muchos han dado su vida. Ahora, hay que extender este aplauso a cada miembro del cuerpo social, a cada uno, por su valiosa contribución, por pequeña que sea.

Es preciso que todos colaboremos para salir de la crisis, también los llamados cuerpos intermedios: las familias, las pequeñas empresas, las diversas expresiones de la sociedad civil… Porque o todos juntos o no funciona. Así podemos tener esperanza y a aprender a soñar en grande, a no tener miedo de soñar en grande, ampliando nuestros horizontes y buscando los ideales de justicia y de amor social que nacen de la esperanza.