Polarización en el mundo: varios estudios de caso

Polarización en el mundo: varios estudios de caso, escribe @maurimm en Colaboración Especial.

Trivia: ¿De qué país estamos hablando con la siguiente cita?: “Las consecuencias de la polarización, desde el abuso de poder por parte del Ejecutivo, hasta la politización de los militares, plantean riesgos diversos para todas las instituciones en una democracia. Es más, los conflictos políticos a menudo repercuten en toda la sociedad, alimentando la intolerancia e incluso la violencia”. Respuesta: la cita procede de un reporte de la Carnegie Endowment for International Peace editado por Carothers y Donahue acerca de seis estudios de caso sobre polarización en el sur y sureste asiáticos. Este reporte se suma a muchos otros similares. En el fondo, hay un subtexto crucial: Los procesos de polarización no son cosa de un país acá o allá, sino un tema global que envuelve múltiples factores locales, pero también una serie de patrones internacionales.

1.- Carothers y Donahue, quienes ya habían publicado en 2019 el libro: “Democracies Divided”, parten de la siguiente definición de McCoy y Somer: La polarización se refiere a procesos mediante los que la multiplicidad normal de diferencias en una sociedad se alinea cada vez más en torno a una sola dimensión, las diferencias transversales se refuerzan y las personas perciben y describen cada vez más la política y la sociedad en términos de “nosotros” contra “ellos”.

2.- Las fisuras identitarias giran, en los casos estudiados, alrededor de tres ejes: religión, etnicidad y/o ideología.

3.- La polarización no surge de un día para otro. En todos los casos estudiados, las raíces de las divisiones son profundas, y se remontan al menos a la primera mitad del siglo pasado, constituyéndose en lo que McCoy y Somer denominan “fisuras formativas”.

4.- Lo que sí estamos viendo, sin embargo, es que esos procesos de polarización se han acelerado y acentuado en varios de esos países. ¿Por qué?

5.- Uno de los temas más estudiados en la actualidad y que resultan comunes a todos los casos es, por supuesto, la revolución de la información y el papel de las redes sociales. No obstante, es indispensable comprender que hay otros factores comunes que contribuyen a estos procesos divisorios. Está, por un lado, la desconfianza en las instituciones y en los narradores tradicionales de la verdad (Brahms, 2019).

6.- Adicionalmente, uno de los mayores motores de la polarización es el de liderazgos políticos que explotan las divisiones señaladas, no sólo por lo que hacen esos liderazgos, sino por las reacciones que se generan en los polos que se les oponen.

7.-Ahora bien, hay quienes piensan que el crecimiento económico de manera natural o automática reduciría la polarización. Sin embargo, los casos estudiados muestran que a veces ocurre exactamente lo opuesto.

8.- Los procesos de polarización, explican los autores, no sanan por sí solos. Sin embargo, advierten, cualquier intervención para intentar revertirlos debe hacerse con bajas expectativas, mucha paciencia y enorme comprensión de lo que sucede. La mayor enseñanza de los casos estudiados tiene que ver con las décadas que estos procesos llevan gestándose y la profundidad de las raíces que producen las fisuras. Se trata, en otras palabras, de factores estructurales que no se pueden resolver simple o rápidamente.

La tarea consiste, entonces, en leer acerca de todo lo que se está estudiando sobre estos temas en el mundo, identificar los patrones y las medidas que hayan resultado exitosas, aprender de los obstáculos con que estas sociedades se han topado, y hacer esfuerzos para adaptar todo ello a nuestra propia realidad.