“Chamaquean” a Andrés Manuel

Será que el gobierno federal cuenta con un sistema supersónico para construir carreteras que no conocemos o de plano los altos funcionarios de la SCT están “chamaqueando” al presidente López Obrador con información falsa e incompleta.

Según lo anunciado dos semanas atrás, la remodelación de la autopista o carretera de cuatro carriles Estación Don-Nogales, será terminada el 31 de agosto e inaugurada unos días después por el primer mandatario.

Todavía más, el subsecretario de Infraestructura de la SCT, Cedric Iván Escalante, vino la semana pasada a supervisar la obra —especialmente el tramo pendiente Imuris-Nogales— y según aseguró el secretario Javier Jiménez Espriú, los trabajos se concluirán en la fecha prometida.

Pero la realidad difiere mucho de las promesas oficiales.

El pasado viernes viajamos de Nogales a Hermosillo y como diría AMLO —con todo respeto— comunicamos a los más encumbrados funcionarios de la mencionada secretaría que es imposible que la autopista sea terminada a finales de agosto.

Los tramos pendientes suman más de diez y en algunos casos no están siquiera bien trazados los nuevos carriles que serán revestidos de concreto.

Cruzamos de Nogales a Imuris entre 3:00 y 4:00 de la tarde y no pudimos observar suficiente maquinaria ni cuadrillas de personal que hagan suponer que los trabajos de construcción se realizan con celeridad y urgencia.

Los tramos por concluir son de un total aproximado de quince kilómetros y se encuentran en áreas que muy pronto serán afectadas por las copiosas lluvias de verano lo que vendrá a complicar los avances de la obra.

La autopista adolece además de buena señalización, hay partes donde se confunden las rayas amarillas de los cuatro carriles y en otras no están trazadas las líneas para el acotamiento.

Ignoramos cuanto tardarán en pintar los cien kilómetros de Nogales a Santa Ana, pero seguramente no serán menos de cuatro semanas.

Es cierto que en estos cien kilómetros hay tramos ya concluidos que lucen estupendos, solo falta —repetimos— la señalización y de paso una buena limpieza.

No somos especialistas en carreteras de concreto, pero a primera vista se nota en varios tramos la falta de una cuneta a los extremos para desviar las aguas de la lluvia. En muchas orillas el concreto está además invadido de tierra y de matas.

El único tramo que luce razonablemente terminado es el de Santa Ana a Hermosillo reparado meses atrás.

No hay que olvidar, sin embargo, que este trozo de la carretera sigue siendo de asfalto porque en el sexenio pasado se decidió por razones de presupuesto, no construirlo de concreto.

Ignoramos cual es el estado que guarda la autopista de Hermosillo a Estación Don, pero en lo que toca a la parte norte podemos apostar doble contra sencillo que no será concluida en el plazo anunciado del 31 de agosto.

Al menos que de pronto el gobierno federal introduzca maquinaria super moderna con cuadrillas de cientos de obreros altamente capacitados.

Tememos, pues, que el presidente López Obrador ha sido engañado por sus subalternos al haber sido comprometido a inaugurar el próximo 2 de septiembre esta larga e importante vía de comunicación que cruza Sonora de sur a norte.

No faltarán muchas semanas para que la SCT posponga la fecha de inauguración y le eche la culpa a los constructores o a las lluvias de verano.

Que lástima que los encumbrados funcionarios federales —tal como lo hicieron los del sexenio pasado— sigan “chamaqueando” al Presidente en turno y además atenten contra la buena fe de los sonorenses.


Noticias, noticias...
A propósito de caminos, nos tocó el pasado domingo sufrir por la carretera a Bahía de Kino el aforo inusitado de seis mil vehículos, en su mayoría vacacionistas que aprovecharon el fin de semana para gozar las espléndidas playas de Kino... No estuvo tan peor porque logramos escapar unas horas del calor hermosillense y gracias a la hospitalidad de nuestros amigos Fausto y María Julia Bay, disfrutamos de las maravillas naturales y gastronómicas de este balneario... Eso sí insistimos en la imperiosa necesidad de una carretera de cuatro carriles que por cierto no sería tan costosa porque los dos carriles actuales cuentan ya con amplios acotamientos... Sin la menor consideración, el presidente López Obrador descalificó ayer en “la mañanera” el trabajo periodístico de la revista Proceso, simplemente porque no apoya la cuarta transformación tal como lo hacían —según AMLO— los periodistas de verdad en el pasado. La diatriba del tabasqueño nos hizo recordar a José López Portillo cuando suspendió la publicidad a Proceso porque dijo “no pago para que me peguen”... ¿Hasta cuándo entenderán los politicos la labor de los medios independientes?

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