Sacude violencia a Sonora

Es un hecho: la violencia se apoderó de Sonora en los últimos meses. De acuerdo a cifras oficiales, en el pasado mes de junio se registraron 150 asesinatos, el mayor número de los últimos diez años. Sólo en el municipio de Cajeme se reportaron 66 muertes violentas, el 44% del total de homicidios en la entidad.

En un corte al pasado 17 de junio, se acumularon 358 homicidios dolosos en la entidad, sin embargo con los registrados en la segunda quincena del pasado mes, fueron rebasados los 400 asesinatos en Sonora durante el primer semestre del 2019.

Ciudad Obregón es por mucho la ciudad más violenta e insegura de Sonora, le siguen Hermosillo, Nogales, Guaymas y San Luis Río Colorado.

En esta población se disparó en las últimas semanas el número de ejecuciones al llegar a 46 contra un total de 34 durante todo el año pasado.

Son varios los factores que se mezclan en este repunte de la acción criminal por demás inesperado porque se suponía que la llegada de un sonorense a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana reduciría los índices de violencia en la región.

La primera causa es obvia: el nuevo régimen no ha logrado articular todavía una estrategia extensa, efectiva y profunda para combatir al crimen organizado que asuela al país desde hace ya muchos años.

La llegada de la Guardia Nacional con 70 mil elementos, luego de siete meses del nuevo gobierno, ha levantado enormes expectativas y seguramente en algún momento veremos sus efectos positivos en materia de seguridad.

Pero insistimos, no avizoramos un plan integral como en su momento lo llevó a cabo Colombia donde se combatió de frente a los capos del narcotráfico, se implementaron leyes efectivas y se redujo la impunidad.

Un segundo motivo del auge de la violencia en Sonora tiene que ver con el propio crecimiento de grupos criminales a nivel nacional. Se presume que están llegando a la entidad delincuentes de otras latitudes, especialmente de Sinaloa y Jalisco.

En varias poblaciones sonorenses existe temor de que los mafiosos comiencen a cobrar derecho de piso a comerciantes y empresarios como lamentablemente ha sucedido en otras regiones de México.

La tercera razón del repunte en la violencia tiene que ver con la poca efectividad que han mostrado las corporaciones policiacas municipales y estatales.

Estén o no coludidas con la delincuencia, lo cierto es que no han tenido un desempeño favorable durante el último año, especialmente a raíz de los relevos de alcaldes en septiembre del año pasado.

El cambio de titular en la Fiscalía General de Justicia de Sonora y del Secretario de Seguridad Pública en noviembre y diciembre del año pasado, respectivamente, afectó también el combate contra el crimen por parte de las autoridades estatales.

En suma, la Guardia Nacional con aproximadamente 1,800 elementos llegará esta semana a Sonora en momentos realmente difíciles y sin que exista a nivel federal y estatal una estrategia coordinada y efectiva para combatir en un corto plazo a la delincuencia a todos los niveles.

Como nos gustaría estar totalmente equivocado y poder escribir en tres o seis meses más que gracias a la Guardia Nacional y a un plan estratégico entre Estado y Federación, en Sonora se combatió de frente al crimen organizado y se implantó una nueva era de tranquilidad y sosiego para beneplácito de los sonorenses.

Esperemos que así ocurra, pero...

Noticia final…
Nada nuevo dijo ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador en su discurso en el Zócalo, en el primer aniversario de su histórico triunfo del primero de julio del 2018. AMLO se vio un tanto desesperado para que le reconozcan algunos de sus logros habida cuenta que muchos de sus errores han opacado su administración. La pregunta que muchos se hicieron ayer es: ¿qué hacían Carlos Slim, Emilio Azcárraga y otros magnates en el mitin presidencial cuando es evidente que las políticas del régimen no han favorecido a los grandes consorcios empresariales? ¿Es diplomacia, entreguismo o falta de dignidad?

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